Kuroko Tetsuya [Ficha]

→ NOMBRE COMPLETO: Tetsuya Kuroko
→ EDAD: 23 años aparentes
→ SEXO: Masculino
→ ORIENTACIÓN SEXUAL: Homosexual[/i]
→ RAZA: Hechicero
→ GRUPO DE PERSONAJE: Centinela
→ NACIONALIDAD: Japonesa
→ DISTRITO: Euphium


Kuroko tiene una personalidad por, sobretodo, inexpresiva y recta. Él está trabajando muy duro y siempre trata de satisfacer las necesidades de los demás por encima de la propia. Él es bastante sombrío e imperceptible. También ha mostrado mucho respeto hacia las personas apasionados, a quienes podrían ser sus compañeros y piensa que mientras los mayores tengan orgullo, los menores deben tener respeto. A pesar de su tipo de personalidad inicial, que siempre es bastante amable pese a su forma de ser inexpresiva, siempre se pone muy furioso por el modo sucio que algunos tienen de hacer las cosas, más aún cuando sus compañeros se ven amenazados o heridos. Su aura cambia tan drásticamente, que incluso varios de sus amigos se han asustado cuando lo vieron así. En ese momento, se pone muy difícil ganarle, ya que se llena de espíritu de lucha, es demasiado terco. Con esto podríamos decir que no es alguien tan débil como algunos quieren pensar. También cuando la situación empeora, él parece volverse alguien hablador. Caballeroso a veces, sabe tratar con delicadeza a algunas personas. En general es tranquilo y racional, pero también tiene sus momentos donde puede comportarse como alguien tonto y hasta torpe. Al principio, por su falta de confianza hacia los demás, podrá ser como el mismo hielo, sin embargo, puede irse volviéndose cálido gradualmente y mostrarse más expresivo una vez su confianza sea ganada.


Lejos quedaron los días de gloria. Los días de compañerismo, de amistad, de amor, de premios, de reconocimiento. Kuroko en si no le importaban demasiado los títulos pero le había hecho feliz el haberlo ganado junto a su equipo. Viviendo con sus padres y su abuela, todo parecía ir excelente. Sin embargo eso cambió un día. Su abuela falleció y su padre, luego del entierro, decidió que era el momento de mudarse. No pudo despedirse de nadie, ni de sus amigos ni de aquella persona de quien estaba enamorado. Prácticamente fue arrastrado a un destino desconocido. Una vez instalados, la vida del menor iba haciéndose pesada. No sabía el idioma, por lo cual le fue muy difícil adaptarse y, cuando lo logró, llegó la miseria a su familia que había logrado tener una pequeña estabilidad. Estafas, venta de estupefacientes, robos. No supo cómo sus padres se habían metido en asuntos tan turbios mientras él había estado añorando el pasado y tratando de acostumbrarse a su nueva vida. Todo iba de mal en peor, como para estar en Sibenton no fuese el infierno mismo, comenzaron las amenazas a su familia. Fue ese momento donde el chico se dio cuenta lo cobarde que su padre era, aquel que alguna vez había visto con admiración. Entregado a quienes le debía dinero, aun cuando pataleó, intentó utilizar sus habilidades para huir la verdad todo fue inútil. Ser un esclavo era algo que no se hubiese esperado, y aun cuando a veces recibía golpes y era adiestrado para que sabe que fines, aún tenía la esperanza de volver a ver aquella luz que siempre anhelaba volver a ver.

La última vez que escapaba, ya era la tercera vez si no consideraba las veces que se había escabullido de los brazos de quienes habían llegado a comprarlo, volviéndose más y más rebelde cada vez. El frío de la noche, las personas muriendo a su alrededor, comer pan y darlo también, pero ya casi no había comida dentro de su estómago.  Pero cuando parecía que todo iba a terminar, sin poder siquiera encontrarse con la persona que él deseaba, un ángel lo tomó en sus brazos. No, no era un ángel, era algo mucho más mortal, un shinigami… un shinigami que se parecía demasiado a él. La comida nunca había sido tan deliciosa en su paladar, el deseo de ganar y de imponer sus propios ideales nunca había sido tan intenso. Estar en los brazos de alguien, estar en sus brazos. Su mente creó una especie de quiebre. La apuesta, su terquedad, sus… sentimientos, todo aquello se mezcló y ya no fue capaz de interpretar de que se trataba todo aquello. Pero aun así permaneció, cerca suyo… porque debía probar… que él no era la completa oscuridad como proclamaba ser.

Cinco años después las cosas han cambiado drásticamente. Por supuesto, uno de ellos es, precisamente, que el título de esclavo ya no le pertenecía. Ni siquiera estaban  cerca de lo que fue Sibenton alguna vez sino en aquella ciudad de la que hace mucho tiempo había sido parte: Euphium. Si él lo deseaba podría irse donde quisiera, podría despedirse de muchas presiones y continuar con la búsqueda de otras personas pero… se quedó. Los días continuaban y él seguía allí. Siguiendo sus pasos, los pasos de aquel sujeto, siendo su sombra casi literalmente. Incluso si le pregunta la razón del por qué, él continuará sin responder, solo formará una pequeña sonrisa. Después de todo… es lo que su corazón le dicta que debe de hacer, es el camino que él quiere seguir ahora.



Artem: Ilusión.
Habilidades: Creación de objetos, animales y escenarios.
Debilidades: Estar en un espacio demasiado cerrado limita su uso y lo vuelve más fácil de detectar cualquiera de sus ilusiones. No puede crear ningun animal que él no conozca o haya visto en algún lugar antes. Para crear un escenario completo usa demasiada energía, lo que le hace completamente vulnerable a ataques sorpresa, en una situación crítica podría llegar a desmayarse.


Su comida favorita es el batido de vainilla.
Sus pasatiempos son la lectura (principalmente obras de literatura) y la observación humana
A veces realiza simples trucos de magia.
No le gusta la cola, porque no puede beber bebidas carbonatadas.
Él es muy hábil en la artesanía básica.
Tiene debilidad por las mascotas tiernas como perros y gatos.


→ NOMBRE DEL FÍSICO: Kuroko Tetsuya
→ ORIGEN: Kuroko no Basket
→ CASTING / PRUEBA: --