S C H I N I T Z L E R ❥

NOMBRE COMPLETO: Gotheilm Schinitzler.
EDAD: 40 años, reales desconocidos.
SEXO: Masculino.
ORIENTACIÓN SEXUAL: Antrosexual.
RAZA: Híbrido [Vampiro | Nigromante]
GRUPO DE PERSONAJE: Mafioso.
NACIONALIDAD: Alemana | Inglesa.
DISTRITO: Lucinthul.


Gotheilm a primera vista es un sujeto fuerte, quien sabe lo que quiere, cuando lo quiere y exclusivamente como lo quiere. Es inteligente, estratégico e incluso está en la búsqueda de cualquiera que parezca sospechoso o en el peor de los casos que se atreva a buscar la forma de dañar su actual vida. Maduro, intelectual quien tiene una boca increíblemente sucia, viperina, venenosa quien no oculta sus pensamientos, así este hiriendo a la más mínima persona, sabe que lo hace, y lo dice cada vez con más fuerza, con un tono de voz que humilla a los demás, y no le importa. Le da igual. Goth, como muchos suelen llamarse, es alguien quien toma la situación con bastante estrés, se irrita con facilidad cuando al principio sus acciones no salen como él las planea. Le molesta hasta la medula que una situación planeada durante años no salga como él quiere, perfeccionista a morir, pero así, cómo es perfeccionista, es hablador, un viejo que no tiene la menor duda en poner en posición a los demás cuando se pasan de la raya, es difícil sacarlo de sus casillas, pero nunca imposible, y mucho más sí te metes en su territorio.

Goth todo lo tiene planificado. Cada acción que dan las otras personas él la predijo a partir de su observación, e incluso es capaz de presumir con orgullo que tenía preparado un AS bajo la manga. Lo preparo para su supuesta “muerte” ¿qué no prepararía en contra? Le gusta jugar juegos salidos de cualquier retorcida mente, porque él es retorcido, posee un trastorno psicológico que no es la esquizofrenia, pero que fue puliéndose a partir de su niñez, uno que le ínsita a lastimarse él mismo, pero también, que ínsita lastimar a otras personas, a los demás. Su espacio personal es para él, puede invadir el espacio de los demás, pero nunca… NUNCA invadas el suyo. Es una burbuja que fácilmente puede romperse. Caprichoso, exigente e incluso tiene impulsos de todavía un niño, porque no tuvo niñez, y cuando todo comenzó a caerle a partir de su trabajo, pareciese que un switch se encendiera, rodeado de todos los lujos, motiva a los demás a que cumplan sus caprichos.

Porque es un niño en el cuerpo de un sádico adulto, pero también es un niño porque la soledad le come desde los huesos hasta su cabeza. Se vuelve frenético cuando está solo, sumergiéndose en un mundo de ideas que no puede controlar. Porque tiene una gran imaginación, una que le hace flotar más de lo necesario. Puede armar toda una guerra de una manifestación. Incluso, muchas veces esa imaginación funciona como el comienzo de diversión, mostrándose superior en sus teatros formados a partir de su vida. Es capaz de exagerar hasta el más mínimo paseo de su habitación a la cocina para tomar agua, o de cómo la calidez de la ducha se introducía lentamente en su cuerpo. El teatro es cómo un medio de vida, aunque es él quien lo utiliza para que los demás se diviertan ante su falso intento de llamar la atención de los demás. La soledad no es su fuente de vida, es una mala idea que le dejes sólo, puedes encontrar los objetos llenos de sangre e incluso sus antebrazos bastante heridos o sus dedos de haber dañado la silla, rasgándose con las astillas.

Sufre de ansiedad, y la soledad puede ser un mal hábito para él.

Posee una elocuencia que deja a muchos en silencio. Sus palabras, y la forma de convencer a la gente atraen una elegancia que deja sin palabras a la mayoría. Convence a los demás con argumentos válidos, perfectos. Y sí estos no son considerados así, obliga a los demás a entenderlos. Su lengua es afilada, pero a la vez es moderada, calmada e incluso, muchas veces puede ofender a los demás con una gracia tan elegante, que parece pedirte que dancen en un poso de víboras. En ocasiones toma su posición responsable de padre activo, porque tiene hijos, y todos ellos tienen un poco de su retorcida personalidad, pero así, se muestra que también es capaz de preocuparse mínimamente por ellos, pero lo hace. Vigilándolos, por ejemplo, en exceso. Incluso tiene un diario de seguimiento de cada uno, aunque no interfiera en sus vidas, porque él también está ocupado, usualmente se dedica a observarlos sin la intensión de molestarlos, o llamarles la atención. Quiere ver el rostro de ambos cuando se enteren que está vivo, pero eso lo dejará para más adelante.

No es leal, porque la lealtad se le da a él, no da fácilmente confianza, de hecho, dudan de que confié en alguien, la única persona la cual sabe más de él, y tiene toda la información de lo que ha hecho a partir de todos los años es su hijo: Caeli, pero incluso a él, le oculta información vital, de importancia que sólo le interesa. Sus hombres son confiables, ciegamente creen en él, y no dudaran un minuto en defenderlo sí de la vida contraria se encuentra al borde. Así se opongan al parlamento, y a medio mundo, Goth usualmente, no, siempre tiene la razón.

Es usualmente frío, distante cuando de su pasado se trata, no le gusta hablar del tema, y al parecer a su hermano tampoco. Es callado, en temas referentes a su familia habla con franqueza de que fue adoptado por los Schinitzler sin el menor escrúpulo del mundo, no tiene la menor idea de una madre, y mucho menos siente la idea de fraternidad. Sus hijos simplemente tienen su sangre, y serán capaces de seguir con sus ideales, así es que lo ve. Prefiere perder los estribos antes de mostrarse débil ante alguien, son pocas, para no decir nulas con excepción quien le conoce con un rostro de bastante estrés, incluso muchos de sus hijos lograron verlo así, pero siempre lo cubría con una cínica sonrisa, porque es cínico, perverso, y no teme decir lo que desea para su propio bien. Bajo su apariencia de príncipe, es un despiadado manipulador con tendencias sádicas/masoquistas quien le gusta colocar a los demás en situaciones desesperantes por su personalidad infantil.

Suelta carcajadas inocentes en los momentos más problemáticos, no conoce la palabra tensión, mucho menos respeto en algún evento muy importante. Usualmente se le ve con una cínica sonrisa, y un perverso deseo de tener todo entre sus manos. Sus bromas “inocentes” pueden colocar a los demás en humillaciones, sin embargo, es una ocasión que realmente le gusta mostrar. Nunca ha sentido amor, más que por él mismo, y la estimación que tiene se la dedica a sus hijos. Los demás, son meros objetos para él.

Aunque él también, sea un mero objeto para los dioses del mundo.


Muchos piensan que la desgracia conlleva a un pasado. De los hilos que este ha ocurrido tienen un gran efecto en el futuro de aquellos que están sincronizados con él. Goth no creció en un lugar que podría ser fácilmente llamado: hogar. No lo consideraba así, mucho menos ansiaba el fuerte deseo de aferrarse a un lugar sin nombre, a una tierra sin vida, a una organización sin futuro. Schinitzler más que un apellido, fue el nombre del hombre quien le recogió de la calle. Un hombre que tendió su mano porque le habían gustado sus ojos, le había engatusado su mirada. Y no tardo en envolver sus manos en las pequeñas contrarias para atraerlo hacía si: ¿su madre? Muerta, ¿su padre? Probablemente también. ¿Tenía hermanos? No lo recuerda, pero sí lleva consigo la sangre de aquellos que cuando llegó a la mansión se volvieron sus hermanos. No es la sangre, es la herencia, y con herencia se refiere a lo que más ganas.

Goth, un retorcido hombre que nació desde las profundidades del propio infierno, se arrastró por las calles buscado sobrevivir, y llegó a ser un miembro más de esa familia que estaba creciendo poco a poco desde lo más bajo. Sólo era un simple interés, él pensaba que la vida era más que un juego, las piezas que no le servían a Dios simplemente desaparecían, las que más le importaban seguían moviéndose a mero placer. Su primera vida fue un pianista, en su segunda vida sólo una puta.

Vivió los primeros años de su vida encerrado en una habitación, en la cual el hombre que le salvó sólo tenía acceso a ella. Su piel era marcada por cada “educación” que era ofrecida en él, cada mano que se marcaba en su piel daba entender que debía de obedecer a quien le ordenaba, a quien le arrancaba las palabras de la boca. A quien le había salvado. Debía de vivir para él, morir para él y no había vuelta hacia atrás. No la había, para nadie. No podía escapar, porque allí tenía todos los implementos para ser alguien en la vida, en La calle moriría, incluso un niño como él comprendía que el poder lo era todo.

Torturas, daños, e incluso fue un golpe cerebral lo que hizo que su personalidad comenzara a modificarse. El dolor era satisfactorio, no sentirlo le volvía loco. Incluso sus manos todavía están marcadas con sus uñas, aun, cuando todavía se siente cuestionado, suele rascar sus antebrazos, incluso rasgar el objeto más cercano que tenga. Se había convertido en más que una necesidad. La soledad, la tortura, la calamidad le había convertido en el hombre retorcido que actualmente es.

Schinitzler había sido tomado por un grupo de científicos, que más que una investigación con todos los vampiros miembros de ese clan, los sometieron a todos los hijos de su dueño a un experimento, a ser objetos de pruebas. La tortura había sido intensificada, medicina que podría matar a cualquiera, objetos corto pulsantes, una comida que daban ganas de vomitar, que no podía tocar. Todo era desde una equina de la habitación, esperando que los hombres de blanco entraran para arrastrarte hasta el laboratorio. Pruebas de sangre, de habilidades, de magia. Incluso, la mezcla entre sustancias que nunca debieron de mezclarse, objetos de investigación que debieron de quedarse sin tocar.

Porque la magia negra era peligrosa. Y un vampiro sometido a ella, lo único que iba a crear era una bestia.

Y la bestia fue creada.

La magia negra que recorría dentro de su cuerpo era solamente un impulso para los demás. Todos aquellos que también estuvieron involucrados en los experimentos de Schinitzler lo sufrieron, muchos en gran cantidad otros en poca cantidad y en casos especiales, fomentaron una enfermedad que iba a acabar con ellos, en años, meses, siglos… no importaba, morirían.

Pero su mezcla, fue sin lugar a dudas, las pocas que salieron con existo. Más fuerza, pero también la habilidad para la magia negra. ¿Debía de mostrar lo fuerte que había nacido? ¿O debía de ocultarlo y pulirla por sí sólo? Lo más probable que hubiese dicho un niño habría sido: destruiré todo. Pero él lo pensó, escondido entre las sabanas de su habitación, observando a la puerta con bastante interés. Lo pensaría, lo recapacitaría, atacaría… pero no por ahora.

Sería el juguete, el juguete de Schinitzler más tiempo.

La libertad está en ser dueños de la propia vida.

Schinitzler no cayó sólo, pero no fue su propia revolución la que le libero. Aquellos hermanos que también tomaron el poder de la magia oscura destruyeron el laboratorio, llevándose consigo a todos los científicos, asesinado a todos los trabajadores. Él tomó aquella interrupción, aquella revolución para devolver el favor que tantos años le había dado Schinitzler, con grandes esperanzas, dispuesto a destruirle. Le rogó, escuchaba los gritos de piedad en toda la habitación, también el sonido de su cuello romperse en pedazos.

La vida esfumándose. La vida de un padre que nunca fue suyo, pero debía de devolverle el favor, al menos, de hacerle consumirse en un mar de profundas desgracias.

Hundirlo en el infierno.

Él mató al que controlaba toda esa operación, los había liberado a todos, y tomo a Schinitzler en sus manos. Tomó a aquella familia entre sus garras. El agradecimiento y la fuerza la tenía él. Por lo que volvió a construirla desde el suelo. Con una mujer, que estaba destinada a morir, pero el poder en la actual sociedad era más grande que la propia suya. Alguien que no era de sangre real, debía de formar una familia de la nobleza.

No, de la realeza.

El cuerpo es la cárcel del alma inmortal.

Goth amaba a sus hijos, los amaba porque le abrían más que un camino a lo que soñaba. A lo que deseaba, para tener entre sus manos. El primer nacimiento fue el de los gemelos. La luz Heinz, y la oscuridad Caeli. Su esposa ni sus hijos supieron de la existencia del segundo, fue entregado a su hermano quien lo llevó a cuesta propia cómo si fuese su maestro, en la parte profunda de la mansión, en el lugar dónde ellos trabajaban, dónde ellos hacían de lo suyo, el menor fue criado. Mientras el mayor veía la luz en los brazos de una mujer que poco a poco iba perdiendo cada vez más la cordura.

Pero todo llegó al colapso cuando el tercer hijo nació: Andre.

A excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia.

Cuando llegaron a Inglaterra, el papel de Goth dentro del parlamento había sido decidido por votos de los mismos, confiaron en su inteligencia y la manera en la que los negocios de aquella familia habían crecido. Pero así, cómo Goth entro al parlamento, solamente lo quiso hacer por algo: reconocimiento. No era un hombre fiel, el poder del mundo le daba igual, él quería vivir de una forma en la que todo se pueda planificar con tranquilidad. Que su esposa culminara el ciclo final de su vida, que sus hijos se acostumbraran a la actual vida que tenían.

Pero todo se agrietaba, todo comenzó a derrumbarse. Sus planes se fueron abajo cuando el parlamento descubrió lo que su hermano había hecho a su nombre. El plan de los terroristas de tomar el poder del distrito, y su relación —no sanguínea—, pero sí bastante cercana con el causante de todo aquello. Limpiarlo fue difícil, y fue aquella época dónde comenzó su retorcida personalidad del pasado. El estrés de soportar a su esposa que cada vez más iba perdiendo la cordura y sus poderes, que la magia negra le consumía el alma, que la colocaba en un trance. No soportaba más, debía descargarse con alguien, y su piel era nada más que un simple entretenimiento.

Sus hijos, fueron su víctima. Pero a la vez, lograban tranquilizarse.

Sí, la huida de Heinz le dolió, tanto así que se descargó con Andre, porque en esa época, Caeli limpiaba lo que su tío había causado. La muerte de su esposa también llegó a afectarle, al menos, psicológicamente. Logro llegar a un estado dónde no debía de pensar en qué hacer con esa mujer, y sus poderes necromanticos rompieran la barrera de las emociones oscuras. Que salieran fuera de su cuerpo, que atacaran a los demás. Pero también, su personalidad se rompió, cuando Andre se fue.

¿Resentimiento? Sí, dolor también. Pero todavía quedaba Caeli, todavía quedaba su hermano.

Todavía tenía algo que hacer, pero primero… debía de romper toda relación con el parlamento. Habían conseguido lo que quería, la información, el dinero e incluso la debilidad mayor que podría tener el parlamento.

Ellos nunca pertenecieron a la realeza. La calle, siempre había sido su hogar.

El suyo.

Heinz, fue utilizado para ese propósito. Debía de desaparecer, de no levantar sospechas de ser nada más que el fin de una vida que no tenía en primer lugar comienzo. Su asesinato fue fríamente calculado. Caeli había sido su espía durante muchos años y seguir los movimientos de sus hijos nunca había sido nada fácil.

Morir fue su plan.

Luego de su agonizante despedida, que por ser gran actor le salió de maravilla, aunque sí, disminuir su poder le había dejado al borde de la desesperación, y poder vivir para no reírse, le había gastado bastante energía, observó el cielo y la sangre de los presuntos hombres de su hijo que iban a acabar con su vida caer sin vida a su alrededor por la mano fuerte de su hermano, mientras su hijo los observaba desde un edificio.

Debía de desaparecer, su cuerpo debía de morir.

¿Y él?

Despertar con una nueva identidad.

La contemplación es un lujo, mientras que la acción es una necesidad.

Un años más o menos. El clima en Lucinthul es diferente al de Euphium, pero sus hombres son aquellos que sobrevivieron esa noche, aquellos que trabajaron para el crecimiento que la familia Schinitzler requería. Sólo un año, y la mafia estaba en sus manos. Volvió a sus raíces —la calle —, disfrutando de lo que más le gustaba, más que tener el poder, era estar en la sombra de él, y sin lugar a dudas la sombra de la basura era más atractiva que la del poder.

Nunca fue el perro que ahora su hijo lo es, un asesino que se lava las manos, no como su hijo. Pero sin lugar a dudas, no espera aparecer frente a ellos.

¿Tal vez arrastre la muerte consigo? O dejará la diversión para después.


Armas psíquicas: Es la capacidad que posee el usuario para crear armas hechas de energía psíquica que pueden dañar mentalmente a sus adversarios.

HABILIDADES | DEBILIDADES

• Tiene la capacidad de crear armas increíblemente poderosas mentalmente que lastiman la estabilidad del usuario. Esas armas funcionan directamente en la mente, lo que le permite a él entrar en el cuerpo mental del usuario y, torturarlo. Esta tortura está habilitada durante cinco minutos como máximo. Quien lo padece parecería que fuese días. Esto puede causar desde traumas hasta estados de coma.

Utilizar frecuentemente armar psíquicas implican que él también padezca de aquellos traumas; con mucha más razón; prefiere la pelea física.



—Fue un extraño experimento dentro de la familia Schinitzler, al igual que su difunta esposa. Lo que provocó que sus hijos también fuese, híbridos a pesar de haber sido vampiros puros en el pasado.
—Herirse bajo las muñecas y el antebrazo es un gozo que disfruta desde que es pequeño. Usualmente sus uñas siempre estaban sangrando porque se hería escarbando en cualquier superficie.
—No es sólo el sadismo lo que le caracteriza, tampoco sólo el masoquismo. Ha practicado el sadomasoquismo, y puede tomar la posición de ambas partes. Sadismo para con alguien más, masoquismo con él mismo. Le gusta herirse, y aunque la sangre escapa con facilidad su habilidad para restaurarse es bastante rápida.
—Fingió su asesinato, así, para salir del parlamento.
—Duró todo un año escondido en Sibenton, cuando volvió a mostrar su rostro, dirigía una de las mafias más influyentes del basurero.
—Cuando sus dos primeros hijos nacieron, él tomo entre sus brazos a Caeli alejándolo de su familia. Se encargó personalmente de educarlo en muchos sentidos.
—No le molesta la posición sexual en la cual se encuentre. Usualmente sus amantes son pasivos por una muy buena razón.
—Tiene tres hijos, uno de ellos es su amante.
—Parece que todo lo que pasa a su alrededor es una broma, pero es capaz de preocuparse totalmente de sus hijos, a pesar de ni ayudarlos, argumenta que eso es el proceso del crecimiento.
—Se burla con facilidad de la desgracia de los demás, así, cómo se divierte cuando sus hijos se enojan con él, o pelean entre ellos. Tiene tantas ganas de que los gemelos se encuentren.
—Su pasado tiene que ver con su personalidad.
—Controla bastante bien la magia negra con ser un vampiro, aun así, casi moría en serio en manos de su hijo al disminuir suficiente su poder para aparentar estar muerto.
—Su mafia se encarga de tráfico de esclavos, armas, drogas e incluso materiales de Euphium a Sibenton. La mayor cantidad del mercado negro lo controlan ellos. Su hijo estuvo trabajando en las sombras mientras él reunía información del parlamento, puertos de salida, entradas e incluso sobre la milicia posee muchos conocimientos. El día que le encuentren con vida su cabeza valdrá millones.
—Trabaja con su hermano.
—No es hijo de sangre de Schinitzler.
—Le gustan los niños, sobre todos aquellos que corren a sus brazos llamándole: Daddy.
—Ha intentado de todas las formas que sus hijos le llamen Daddy, él único que lo hace es Caeli, pero no siente que lo hace con amor.
—Es dramático, hasta el hecho de que finja una personalidad que no tiene delante de los demás.
—Drama King es poco.
—Su cabello lo tiene largo, en ocasiones toma un tiñe rosa pálido, otras veces parece albino.
—Posee conocimientos de artes marciales.
—Le gusta mucho el Jazz.
—Su esposa estaba enferma desde que ellos fueron liberados. Sin embargo, luego del nacimiento de Andre su estado empeoro, eso le subió el estrés. Prefirió encerrarla que aguantarla, después de todo nunca la amo. ¿Y qué es amar para él?
—Vigila a sus hijos, se arrepiente que no hayan ido a la escuela —él tampoco fue —.
—En los restos de Schinitzler enterró a todos aquellos que se volvieron locos.
—Le mintió a Heinz, sus hijos tienen su sangre, por lo que la enfermedad de su madre nunca fue hereditaria, eso era problema de ella. La sangre de él era más fuerte, por lo que logro dominar la necromancia.
—Una vez revivió a un muerto, lo tuvo varios días como sirviente pero le obligaron a que lo echara de la oficina, se arrepiente, le había puesto: Zombito.
—En ocasiones amerita utilizar gafas.


NOMBRE DEL FÍSICO: Karlheinz.
ORIGEN: Diabolik Lovers.