Baltashar Eastwood | ID

NOMBRE COMPLETO: Baltashar Eastwood
EDAD: 35 años aparentes — reales desconocidos
SEXO: Masculino
ORIENTACIÓN SEXUAL: Bisexual
RAZA: Shifter — Guepardo
GRUPO DE PERSONAJE: Physicians
NACIONALIDAD: Norteamericano
DISTRITO: Euphium


¿Cómo definir a un ser como Baltashar? ¿Cómo encontrar las palabras para expresar lo que una criatura como él puede representar? Su actuar, sus pensamientos y sus deseos pueden ser uno solo, pueden no serlo, pueden serlo y a la vez no. Un ser curioso por naturaleza, que ansía el conocimiento, que no se satisface con lo que tiene a s alcance, que nunca obtendrá suficiente del conocimiento. Que ninguna explicación banal podrá dejarle satisfecho. Es testarudo, terco cuando algo se le mete entre ceja y ceja, es tenaz, difícil que se dé por vencido. En serio, pasaran mil años, tendrá que morir mil veces para poder olvidar aquello en lo que se ha empeñado; y aun así no lo dejara en el olvido. Por supuesto que no, lo dejar en pendientes.

Porque Baltashar no se conforma.

Un hombre que se muestra calmado, muchas veces desinteresado, siempre tranquilo. Es alguien con un porte elegante, con fuerza y seguridad, que parece estar constantemente metido en su mundo, en sus pensamientos, entre lo que conoce y lo que desea conocer. Muchas veces se queda perdido mirando hacia la nada, sumergido en su propia mente, tanto que resulta muy fácil sorprenderle. Si es que se le puede sacar de la mente. Por otro lado, y de una forma tan complementaria con lo que se muestra, es alguien burlón, divertido, que disfruta de gastar bromas en los momentos adecuados. Su principal víctima; su hijo, Liam. Desde decir cosas vergonzosas, hasta saltar con el comentario menos indicado en una conversación completamente seria; no le interesa, siempre puede saltar con algo inesperado. Es un hombre del que se puede esperar todo, pero al mismo tiempo nada.

En un aspecto mucho más profundo, Baltashar es un hombre que ha aprendido a enterrar todo sentimiento, a concentrarse en sus metas y a no dejarse llevar por sus impulsos. Es difícil lograr sacar algo de sus sentimientos, difícil hacerle admitir algo más allá de la simple burla. Tomará años, una vida entera el poder entender lo que pasa por su mente, por sus emociones. Puede mantener la calma en una situación de crisis, puede sonreír en un momento de angustia, puede seguir con su vida a pesar de perder a seres que pretendió querer. Sabe, admite que puede manejar sus propias emociones, con una precisión que en contadas ocasiones puede resultar perturbadora. Nada fuera de su lugar, nada que se le pueda escapar, todo medido, todo controlado por su mente.

Otros aspectos importantes a resaltar, tiene una muy marcada debilidad hacia su hijo. Una que en contadas ocasiones le ha hecho perder el control sobre sus propias emociones, ya sea preocupación o inseguridad ante el estado del muchacho. Pero también ha logrado mantenerlas a raya la mayor parte del tiempo.

Un dato extra, pero que se ha propuesto confirmar, aún mantiene ciertas dudas sobre sutiles cambios en su personalidad así como en sus actitudes, muchas veces logrado asemejar a las de un felino. Pero esto ha quedado tan atrás entre sus pendientes, que simplemente lo mantiene como una posibilidad.


Eastwood conocida, desde un inicio, como una familia de renombre, un linaje puro, de gran poder y prestigio. Hechiceros de grandes habilidades, que se hacían de un nombre, de una reputación, en una sociedad de las sombras. Entre los de su especie, entre aquellas criaturas que podían ver más allá de su propia nariz, sabían, conocían a los miembros de esta familia. Hombres y mujeres que nacían con las habilidades, con los dotes de la magia con naturalidad; dotados del poder que su linaje les ofrecía.

Baltashar fue el primogénito de matrimonio de mayor rango, hijo único, un muchacho del que se esperaba mucho, a quien se le depositaban grandes expectativas. Se le atribuía el poder, la habilidad y las dotes que representaban a la familia; y no era una equivocación, con solo verlo —aun a corta edad— era fácil ver el poder fluir con facilidad por su cuerpo. Con un porte seguro y fuerte, con la facilidad en sus movimientos, en sus acciones, en aquello que lo hacía un digno miembro de tan impórtate familia.

Todo aquello que Baltashar aborrecía.

¿Qué importaba las habilidades? ¿La magia? ¿Qué importaba el lugar dentro de un orden jerárquico dentro de una familia? Mucho más importante, ¿Qué tenía de especial aquel poder que producía con tanta naturalidad? La magia fue solo una consecuencia de su vida, un plus a una existencia que no la necesitaba, que solo podían facilitar vagos aspectos pero que —lamentablemente— no era más que una habilidad más que dejaba pasar. No se vanagloriaba en el poder que su linaje le entregaba, ni se impresionaba por un nuevo truco de magia ¿Qué tenía eso de magnifico? ¿Dónde estaba el esplendor?

El esplendor estaba en la ciencia.

En el descubrir y desarmar aquello que es un misterio, una incógnita contante, una pregunta que necesita, que debe ser respondida. Eran tantos aspectos; era el desarrollo biológico, la naturaleza tan exótica de otras criaturas, el origen de sus habilidades, las reacciones químicas, sus debilidades ¿Qué era ese algo, fuente de todo aquel misterio? Su entorno, aquellos que le rodeaban lo eran, misterios; todas aquellas tierras eran un gran misterio que ansiaba ser respondido, desarrollado, expuesto.

Ese gran misterio que esperaba ser controlado, adaptado; que esperaba ser moldeado en las manos de su descubridor.

¿Cómo negarse? ¿Cómo alejarse? Fue inevitable, es inevitable.

Baltashar era el hijo que se había esperado, fuerte y poderoso, con la habilidad e inteligencia para llevar adelante aquello que su naturaleza le entregaba. Pero también fue un hijo que rechazo aquello, que dejo de lado la tradición para poder buscar una nueva perspectiva de su vida.

El único heredero que decidió cambiar la magia por la ciencia.

[—]

Elisha fue una mujer en que, en medio de sus estudios iniciales, pudo encontrar una compañía grata, agradable y hasta duradera. Fueron etapas en las que ambos parecieron congeniar adecuadamente, capaces de convivir sin interferir en la vida del otro, pero siendo parte de un todo. Pero fue algo pasajero, que simplemente se perdió en el tiempo como una anécdota de la cual acordarse.

O al menos eso pretendió.

Ambas familias resultaron ser bastante cercanas, conocidas de generaciones pasadas, guardaban un contacto continuo; uno que les permitió el deseo de mezclar sus genes. De obtener un heredero con los dotes de ambas familias. El compromiso fue inevitable, una relación que en un principio se había adecuado, que se había formado correctamente… termino por volverse un pesar en ambos.

Tal vez si aquello se hubiera dado de diferente forma, hubieran podido seguir congeniando tan bien.

[—]

Baltashar nunca dejó de lado su trabajo, aquello que le apasionaba, que tanto lo enfrascaba y lo orillaba a los deseos de conocer más. Un matrimonio no fue un impedimento, no fue el ancla para alejarlo de la ciencia, de sus investigaciones; de su trabajo. El pesar de su familia fue saber que su hijo no cambiaría, que no aceptaría su naturaleza, con solo el hecho de tener mujer.

Muy por el contrario.

Si bien la relación inicial con Elisha se había adecuado a la situación, ambos aceptando el hecho de tener que permanecer juntos por más que aquello les pesara, habían aprendido a convivir. Guardando ente ellos un sentimiento de aprecio que les bastaba para continuar con aquel mutuo acuerdo de paz. Pero no todo es eterno.

Baltashar cada vez pasaba más horas trabajando, en el laboratorio, en la casa. El contacto entre ellos, el solo verse se volvía un mero recuerdo del pasado. La relación cada vez más fría, más efímera; un punto a la distancia, algo más que Baltashar delegaba para más tarde, para después. Siempre a lo último.  

La llegada de un hijo, un niño en aquel matrimonio que se mantenía a duras penas, dejo salir a la luz las varias esperezas entre ambos.

[—]

La noticia de Liam, su hijo, llego a Baltashar como una felicidad. Ansioso, emocionado y atento con la idea. Eran los instantes en que supo de su llegada, en el saber que una criatura que el había ayudado a formar comenzaría a depender de él. ¿Qué padre no ama a su hijo? Sin siquiera verlo nacer, sin conocer su rostro, sabía que el niño seria lo primero en su lista.

Y lo fue, la mayoría de las veces, tanto como se pudiera permitir.

Con la llegada de niño su tiempo en el trabajo cada vez le exigía más. Siendo un muy reconocido científico, un hombre que consiguió una reputación, un renombre en el mundo —o lo que quedaba de él—, solo fue cuestión de tiempo para ser reconocido por el Parlamento, para que el principal Centro de Investigaciones ansiara tenerlo en su laboratorio.

Elisha no se tomó tan a bien aquella situación, con un niño, un bebe que dependía de ambos, dificultando aún más la relación. Las cosas cada vez se volvían más complicadas. Los encuentros entre ambos cada vez eran nulos, apenas lográndose ver cuando Baltashar volvía del trabajo, los pocos minutos u horas que se quedaba, para —y finalmente— volver a desaparecer en días.

Aquello lentamente se tornaba más complicado. Más problemático.

Al final todo termino por derrumbarse.

[—]

Baltashar si guardaba sentimientos por Elisha, no los de un hombre enamorado; lamentablemente no había logrado crear esos sentimientos por la mujer. Pero si le tenía aprecio, un cariño que le hacía mantenerse en su lugar, trabajando, esforzándose. No solo por sí mismo, de encontrar aquellos que tanto ansiaba, sino de tener lo suficiente, ser capaz de entregarle un futuro, un bienestar a su mujer e hijo. Sin embargo, en su intento por protégelos, por entregarles todo lo que pudieran necesitar, agoto mucho de su tiempo; los delego sin darse cuenta. Pasando horas y horas en el trabajo, incluso días. Volviendo apenas unas horas a la casa para volver a irse; o encerrarse en su estudio para no salir por varias horas.

Sabía que, de alguna forma, había desgastado la relación que habían mantenido. Así también había perdido más de un momento con su hijo, a quien vio crecer a distancia, a quien vio ir adaptándose, aprendiendo en segundo plano. Siempre a distancia, siempre desde lejos.

Y eso le había matado.

¡Pero le era inevitable!

Aquella investigación, el trabajo de toda su vida. Aquellas ansias de encontrar la respuesta a un problema que el mismo se había planteado. Aquella vez tal vez no lo pensó de forma correcta, tal vez no pudo ver más allá de los deseos de una respuesta, de una solución. Había estado con el tiempo contado, con el pesar de días de trabajos sobre sus hombros.

Aquella ocasión e ser el sujeto de pruebas, el exponerse a sí mismo a aquello que el mismo deseaba crear… en aquella ocasión, y aun ahora, le pareció una buena idea.

[—]

Para cuando pudo recuperarse, para cuando su cuerpo finalmente pudo aceptar aquella nueva genética, para cuando su cuerpo se adaptó al cambio pudo ver como Elisha se iba. Como abandonaba todo, a su hijo, a él, por no poder soportarlo. Tal vez fue por llegar a su límite, ver a su esposo experimentar consigo mismo para —exitosamente— lograr cambiar su naturaleza fue a gota que colmó el vaso. Tal vez fue el estrés por un matrimonio que no deseaba seguir funcionando. Tal vez fue la soledad de criar a un niño sola.

Baltashar nunca lo supo, nunca deseo saberlo.

Aunque a veces lo lamenta, no por él, por su hijo. El haberlo hecho criarse sin su madre era un aspecto que aún seguía en su mente, y era algo que tal vez le hizo intentar aquello de una forma diferente. Ahora teniéndose que hacer cargo de un muchacho que necesitaba de su atención y cuidados, intentaba equilibrarlo correctamente con su trabajo.

Y se dice intentar. Porque los hábitos no se cambian tan fácilmente.


ARTEM:
Mimetismo animal. Es la capacidad que posee una raza en específico para asumir la capacidad y la forma de ciertos animales, existen mimetismos animales que adquieren el físico de animales en su forma humana.

HABILIDAD:
es capaz de adoptar la forma de un guepardo, con fuerza y agilidad sobre la media, de gran tamaño y peso. Es una forma que toma de forma muy aislada la una de la otra.

DEBILIDAD:
Debido a que su condición de shifter fue producida por una mutación genética, esta no tiene todas las ventajas que una de nacimiento. Por tanto los sentidos animales que sobresalen en aquella forma son mas limitados, su fuerza es la misma que cuando tiene su aspecto normal.


—Ha perdido todo contacto con su mujer luego de su separación.
—Intenta despegarse un poco más de su trabajo para pasar más tiempo con su hijo. Aunque los viejos hábitos son difíciles de olvidar o soltar. En especial ahora, que ha empezado a trabajar en Stark Industries, como uno de los principales científicos.
—Reconocido como un prestigiado científico especializado en mutación genética.
—Se siente un padre orgulloso al reconocer abiertamente que su hijo es uno de los centinelas más destacados. Y ahora un Idol reconocido.
—Ha llegado a experimentar consigo mismo por una situación extrema, teniendo problemas para conseguir un sujeto de prueba que dé con las características necesarias, las ha probado en sí mismo.
—Mantiene como un punto en su investigación el comprobar los cambios o efectos de su propia mutación con respecto a actitudes y parte de su personalidad.
—Acepta abiertamente que disfruta de molestar a su hijo; ya sean con bromas o simples comentarios.
—Al tratar con Liam suele tomar lo que le interesa de sus palabras, porque sabe leerlo y porque le molesta al mismo tiempo.
—Ha perdido todo rastro de magia, o de su anterior naturaleza, en su cuerpo.
—Usa lentes debido a una sutil dificultad para leer.
—Carga con un arma entre sus ropas como medida preventiva.
—Sabe para sí mismo que mantuvo sentimientos hacia su ex-mujer, no de pareja, pero si un cariño de fraternidad. El mismo que se vio lastimado cuando ella se fue, pero que no dejo salir.
—En muchas ocasiones es difícil saber lo que está pensando.
—Sus investigaciones, y todo lo concerniente a ellas, no son conocidas por nadie. Salvo aquellas que revele como finalizadas.
—Entre su lista de investigaciones, como primer lugar, aun intenta encontrar la forma de deshacer aquella maldición que se hijo se puso a sí mismo. Sin embargo sabe que la magia no es algo que se pueda tomar tan a la ligera, y solo con ciencia no podría revertirla. Pero eso no quiere decir que no pueda buscar métodos en cada oportunidad.
—Ha estado interesado en ver los trabajos en los cuales Liam ha estado como Idol, pero el trabajo simplemente evita que tenga el suficiente tiempo libre para eso. El poco que tiene lo usa con su hijo.
—Perdió absolutamente todo contacto con su familia, y la de su ex-mujer, simplemente porque no le interesan.
—Tiene un cariño especial hacia su hijo, uno que muchas veces se cuestiona, pero que no profundiza por simple temor al resultado.
—Odia no saber o comprender alguna situación o desarrollo.
—Adora la comida casera, aquella que desprende el olor de hogar; eso lo lleva a amar la comida que hace su hijo. Aunque muchas veces esta deba comerla fría.
—Intenta siempre tomarse unos días para poder volver a casa por un tiempo, aunque las ocasiones sean nulas.


NOMBRE DEL FÍSICO: Shokudaikiri Mitsutada
ORIGEN: Touken Ranbu
CASTING / PRUEBA: None