Adrien Knight | ID

Adrien Knight
21 años
Masculino
Demisexual
Triton
Mascota
Ingles
Lucinthul


Es un muchacho que a simple viste puede mostrar varias cosas. Optimista, enérgico, algo ingenuo, torpe, distraído, alegre, vivaz, perezoso y hasta infantil. Un chico que a pesar del tiempo parece no crecer, que disfruta el momento, que siempre encuentra un momento por el cual sonreír, que no le faltaran razones para ver el lado agradable del momento. No es fácil lograr deprimirlo, no es alguien que decaiga con una mala situación, con un error o con palabras desalentadoras; por el contrario, es alguien que se levantara una y otra y otra vez para lograr lo que se propone. Terco y tozudo, no se da por vencido por nada, cuando algo se le mete a la cabeza lo hará realidad, será verdad o lo llevara a cabo cueste lo que le cueste. Esto lo lleva a varios problemas que, en más de una ocasión, le han colocado en incomodas situaciones.

Alguien torpe, nervioso y hasta tímido. No tiene experiencia en materia del amor, de relaciones o ya de plano no tiene el menor conocimiento de algún tipo de contacto íntimo. Esto puede ponerlo nervioso, alterarlo y hasta volverlo escandaloso. Pero nadie puede decir que no lo intenta, que no pone de si para lograrlo. Lastimosamente su nerviosismo le juega más de una mala pasada, haciéndole pasar vergüenza que se deja ver con facilidad en su rostro. Bromista, juguetón y, en apariencia, irresponsable. Alguien que no pierde la oportunidad de hacer una broma, de seguir una broma o simplemente reírse a costa de otros. Dejando ver con suma facilidad su lado infantil, la niñez que no tuvo oportunidad de vivir pero que se mantiene aún presente en él.

Sin embargo, a pesar de no mostrarlo, es un muchacho responsable, que sabe para qué le han preparado y que — a pesar de todo— intenta llevarlo a cabo correctamente. Es alguien que dará todo de sí para poder cumplir las expectativas que tiene de él, para no decepcionar a quien le entrega su confianza. Eso lo vuelve un muchacho, si bien ingenuo, es capaz de ayudar a quien le pida, de extender la mano para entregar su apoyo y ayuda a quien la necesite. Puede mostrarse algo perezoso, especialmente cuando se trata de hacer actividades ‘burocráticas’ o trámites legales de algún tipo, aquellos que solo consisten en leer y firmas, calcular o simplemente estar sentado frente algún computador. Es alguien activo por naturaleza, que se aburre y hastía con facilidad si se mantiene quieto por mucho tiempo. Esto es motivo por el que es casi imposible estar quieto por más de cinco minutos.


Huérfano. Esa es la primera palabra para comenzar con la historia de Adrien, un niño que no tiene familia, que no conoce su origen. Sin padres, hermanos, tíos, primos, abuelos. Nada. El cómo llego a este mundo, es obvio, el quien le acompaña en al camino de su vida; nadie. Siempre estuvo solo, siendo un tritón, nacido y crecido en su ambiente natural, se aprendió a valer por sí mismo incluso antes de tener un razonamiento propio. O al menos hasta que le permitieron permanecer libre, esa efímera libertad que parece esfumarse con una sola palabra, con una sola acciones; con el lugar indicado, con la sonrisa indicada.

La superficie siempre fue una curiosidad, un mundo nuevo que día con día parecía llamarle, atraerlo con luces brillantes, con musicales notas que le encandilaban. El primer ser terrestre que conoció, aquel que le sonrió con amabilidad, que le extendió la mano ofreciéndole mostrar el mundo del que solo escuchaba rumores; aquel que extendió su mano mientras escondía la puñalada a su espalda.

Antes de siquiera poder esperarlo, de poder volver al mundo a cual pertenecía, fue capturado, fue atado; fue sumergido en la oscuridad de la inconsciencia.

[—]

Durante varios años de su vida fue preparado, fue entrenado, fue instruido, fue moldeado para ser aquello que todos deseaban; una mascota, un objeto de decoración el cual mostrar, el cual presumir, del cual galardonar. Un ser sin voluntad, dependiente de aquel que decida poseerlo, alguien que no replica, que obedecerá y agachara la cabeza para aquel al que sirve. Una mascota más que esperaba ser vendida, que esperaba ser entregada a aquel que decida tomarlo como suyo. Sin embargo el impulso, la naturaleza de cada ser, la personalidad de una criatura pensante no es algo que pueda ser reprimida tan fácilmente, mucho menos borrada o moldeada a placer.

El cómo término en Lucinthul son caprichos de quienes le moldearon, de quienes le vendieron. El cómo termino en manos de su actual dueño, no son más que los hilos de un destino que se escribía paso a paso, día a día. Sin embargo no era algo que rechazara, no era algo que pudiera cambiar y —aun si tuviera la oportunidad— no lo haría; le gustaba la idea de no saber que habrá en un mañana, que será lo que cambiara con cada nuevo día.


Encanto musical. Es la capacidad que posee el usuario para encantar a los demás a través de su canto, este tiene diferentes formas de utilizarse, desde posesiones o control mental.
Es capaz de encantar a las personas a través de su canto, controlando su mente para que hagan su voluntad y deseos.
Debido a su corta edad, este poder se encuentra limitado por su inexperiencia. Todo dependerá de la fortaleza mental de la persona, aunque no suele durar más de media hora, con la persona más débil de mente.


—No sabe diferenciar entre lo que debe decir en público y que en privado, por lo que es fácil intuir que soltara datos vergonzosos sin darse cuenta de su alrededor.
—Extraña el mar, algo que deja ver fácilmente, y disfruta de las pocas oportunidades que tiene de volver a nadar. Aunque siempre regresa, porque siempre desea hacerlo.
—No tiene recuerdos sobre algún tipo de familia, origen o de su nacimiento. Su primer recuerda es en medio del océano en plena soledad.
—Le gustan los dulces, de todos tipos y formas.
—Disfruta el tiempo que comparte con Trentt, su dueño.
—A pesar de sentir curiosidad evita preguntar, en profundidad, el trabajo de Trentt.
—Muchas veces ha terminado en situaciones incomodas o problemáticas ante su extraña manía de usar a quienes le piden.
—A veces le cuesta diferenciar en quien necesita verdadera ayuda y quien desea aprovecharse.
—En su cuello, desde siempre, lleva el collar con un dije de corona; no conoce su origen, su procedencia ni porque lo tiene.
—Le gustan los peluches; no lo admitirá, no lo mostrara ni dejara que alguien se entere, pero le gustan.
—Tiene un extraño instinto territorial, lo que muchas veces le deja entrever con respecto a Trentt.
—Quiere un cachorro, ama los perros, le parecen adorables y compañeros fieles. Aun intenta convencer a Trentt de que le regale uno.
—Aunque no lo admite abiertamente, ni ha tenido necesidad, sabe combate cuerpo a cuerpo. Al menos lo suficiente para defenderse a sí mismo.
—Repudia la violencia sin sentido.
—Prefiere tener el menor conocimiento sobre el orden gubernamental actual.
— A pesar de ser tan optimista, tiene instantes en que simplemente no puede evitar deprimirse, por lo que suele huir a las costas marítimas. Las más cercanas que tenga.
—No recuerda la fecha de su cumpleaños, por lo que su edad no es más que una aproximación.
—Su nombre —Adrien— fue lo único que conserva desde el primer recuerdo; su apellido fue entregado por uno de aquellos que le preparo para ser una mascota.
—Nunca ha sentido algún tipo de molestia o enojo ante su posición social.
—Ama los parques de diversiones.
—No le agrada el invierno, es un tiempo en que es difícil que pueda poder ir a océano.
—Le gustan los girasoles.


Sora
Kingdom Hearts
Nine