Emmanuel Lefebvre | ID

Emmanuel Lefebvre
26 años
Masculino
Demisexual
Ángel
Physicians
Francés
Euphium


Emmanuel es lo que un ángel fue, lo que debería ser, y lo que debiera ser. Aun a pesar de sus enseñanzas, del recalco de los errores de la humanidad, de la decepción de aquel supremo hacia las criaturas que el entrego existencia, muy a pesar de todo Emma no puede odiarles, no puede darles la espalda simplemente por lo que le hubieran dicho, por lo que el hubieran enseñado. No puede virar el rostro ante un rostro lastimado, no puede hacer oídos sordos ante los pedidos de ayuda. No puede hacer la vista gorda ante una criatura en agonía, rogando, implorando por su salvación.

Alguien que muchos pueden considerar decir, que cae ante las suplicas, ante los ruegos de aquellos desesperados. Pero no son más que apariencias, habladurías por entes que no logran ver más allá de lo que se ve. Emmanuel no puede dejar a nadie atrás, no están en él olvidarse de los más débiles, por el contrario, es alguien que extenderá su mano, que sonreirá y entregara la ayuda que pueda estar a su alcance. Alguien que entregara todo lo que tiene si eso logra salvar una vida, que hará hasta lo imposible por darle la oportunidad de continuar a un ser desesperado. Porque sabe en el mundo en donde vive, la inmundicia y la miseria que consume lentamente los espíritus de los más débiles, y aun así no puede negarlos, no puede rechazarlos. Porque para sus ojos todos son seres vivientes, todos respiran, todos viven; todos luchar por continuar una existencia que lentamente se ve consumida por la oscuridad de aquel infierno.

Emma es un ser que entrega, que protege, que ama y guía, que salva, que no espera un pago, que se encariña, que regala, que cura. Un ser que tan bondadoso y alegre, con una sonrisa que puede trasmitir una y mil sensaciones, que puede aliviar la carga más pesada, que puede calmar el llanto más incesante. Aquel que puede curar al ser que otros desprecian, que extiende su mano sin pensar en su propio estado primero. Que está ahí, presente, como una pared que nunca cae, que extiende sus brazos para recibir a aquellos más débiles que buscan un instante de protección.

Emmanuel es aquello que los ángeles una vez dejaron de ser.

Pero él no se considera así, no se considera un ser blanco, puro e inmaculado. El conoce sus errores, conoce sus pecados y sus fallas. Es alguien honesto, que muestra lo que es y lo que siente sin ocultarlo. Protector, que intentara recibir el daño para que otros no se vean afectados, que no le importara salir lastimado si eso le permite proteger a aquellos que le importa. Es alguien que antepone a sus allegados que a sí mismo, que no duda en entregar lo que tiene si asegura el bienestar de sus queridos.

Es tímido en temas de amor, es bastante vergonzoso, que no logra encontrar palabras para expresar la inmensidad de sus sentimientos. En otras palabras, es un hombre de acciones, que demuestra con tactos, con caricias, con abrazos, con besos. Siempre acciones, siempre con expresiones, con sonrisas, con gestos. Considera que eso vale más que palabras que fácilmente pueden quedarse en el olvido.

Alguien que suele ser bromista, que puede relajar una situación de tensión con su actuar tan natural, con sus bromas, con sus comentarios tan relajados, tan tranquilos que muchas veces logran contagiar a quienes le rodean. Es de los que no pierden su temple, de aquellos que ver enojados es imposible, de aquellos que solucionan los problemas en calma, sin guerras o peleas de por medio. Es un pacifista en toda regla, alguien que hablara, dialogara antes de llegar a un conflicto. Un intermediario que facilitara relaciones entre contrapartes conflictivas. Alguien metódico, siempre centrado, que no se deja perder en la desesperación o momentos de crisis, que logra mantener la mente en frio para poder proceder de la forma más adecuada. Que sabe colocar en su lugar cada situación, que sabe distinguir entre su trabajo, entre sus relaciones privadas.

Alguien de confianza, que te sonreirá, que abrir sus brazos para recibirte.

Porque es una criatura que fue educada para dar la espalda a la humanidad, porque le han preparado para esperar el momento en que oda aquella guerra termine.

Pero que ahora se mantiene firme ayudando a aquellas almas consumidas en la desesperación.

Que solo ansia ayudar a los desafortunados olvidados por su creador.


Los ángeles, criaturas sagradas, la representación de la purea, de la bondad. Las contrapartes de lo que ahora es la humanidad, las criaturas de bondadoso corazón, que extienden su mano a las pobres almas devastadas. Aquellos que protegen, que aman y guían por igual. Aquellos que marcan los senderos correctos, que sirven a aquel ser por sobre todos, aquel en el paraíso, aquel que los observa. Aquel que los creo. Que les dio vida, que les dio un alma; que les entrego un cuerpo para moverse entre la devastada humanidad.

Los ángeles ya no son lo que solían ser, dándole la espalda a la humanidad, aquellos seres que intentaron alcanzar a su creador, que quebrantaron la barrera que se les había impuesto.

Que ansiaron ser dioses.

Criaturas puras que ahora se mueven en la tierra, que vagan de un lado a otro, esperando a que todo concluya, a que esa guerra finalmente de fin y salvar a los pobres incautos que han sido manchados por los pecados de los más poderosos.

Familias de estas criaturas tan bellas, tan bondadosas, se han establecido en este mundo, en este infierno. Focos que aún mantienen los mandatos de aquel a quien sirven, que siguen los pasos que se les indica, que continúan aquella vida bajo sus enseñanzas. Ahora debían continuar con su naturaleza, procrear, crecer en número para volverse los focos de luz de aquel ser omnipresente que tanto amaban.

Lefebvre fue una de las familias —francesas— que inicio con aquella expansión de sus integrantes. De los primeros en concebir vida entre sí.

Emmanuel fue el primogénito de un matrimonio bien asentado.

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Criado siempre en las enseñanzas de aquel que les dio su existencia, siguiendo los caminos que aquel omnipresente les marcaba, Emmanuel fue el fiel reflejo de lo que sus padres deseaban, de lo que esperaban en quien llevara su sangre. Educado por quienes servían en la casa, preparado por instructores durante los primeros años de su vida.

Emmanuel tuvo una existencia en donde sus enseñanzas era a lo único que podía dedicarse, en donde el camino que debía seguir era lo único que debía tener en mente.

Hasta que su hermano nació.

Hasta que pudo ver a ese pequeño que, en brazos de su madre, se le era extendido para poder presentárselo. Su pequeño hermano menor.

Su pequeño Noah.

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No paso mucho tiempo para poder darse cuenta que su hermano menor era diferente, que no veía el mundo de la misma forma que le enseñaban, que aquellos instructores les dictaban. Pudo notar la diferencia de pensamiento con la línea que seguía la familia, pudo notar el rechazo de sus padres ante un hijo que no reflejaba lo que debía, que no aceptaba y alababa a un ser que —para ellos— les había dado la dicha de su existencia.

Sin embargo, a pesar de todo aquello que expresaban hacia su hermano, él se mantuvo a su lado, cuidándolo y entregándole la atención que no recibía. Porque para él no era malo, no era extraño, no estaba descarrilado; era especial, veía el mundo de una forma tan abierta como su familia nunca podría hacerlo. Porque podía notar que su mente se abría con mayor facilidad que las de quienes le rodeaban.

Y más de una vez, varias veces, había ido contra sus padres, más de una vez se atrevió a desafiar a quienes le dieron la vida ¿Por qué? Para defender a su hermano, para que —al menos una vez— pudieran comprender a menor de la familia. Sin resultados, siempre sin resultados. Pero no le importaba, no le detenía; porque no le importaba ponerse en medio de su hermano y sus propios padres, aun yendo en contra de lo que le hubieron enseñado.

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La medicina fue una de sus inclinaciones, los motivos eran varios, pero el principal siempre ha sido poder curar a aquellos que no contaban con las habilidades. Era parte de él el curar, el poder regenerar aquellos daños sobre los cuerpos de los más débiles; pero no era suficiente. Porque ansiaba poder ayudar tanto como se le fuera permitido. Humanos, demonios, shiffter; toda criatura que llegara a su consultorio, sin importar procedencia, deseaba curarlas.

Si, tuvo problemas en el camino. Sus padres no habían estado de acuerdo con aquella inclinación, más cuando en realidad los ángeles solo vagaban el mundo como observadores, sin ir de un bando a otro. Pero habían logrado aceptarlo con el tiempo, uno largo, tanto que Emmanuel ya había logrado su meta muy en contra de lo que sus progenitores le dictaban.

En la actualidad trabaja en un hospital, varias horas por día, pero ama su trabajo. Lo disfruta y no lo cambiaría por nada.

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Mantiene un contacto continuo con su hermano, viéndolo diariamente, también siendo encargado de su salud como su médico. Siempre ha mostrado una actitud protectora para con el menor, y eso no parecía cambiar con los años. Sin embargo había algo que si cambio, o al menos se transformó, o tal vez se revelo.

Sin poder darse cuenta aquel amor fraternal que le entregaba al menor se había fácilmente confundido con un cariño que iba mucho más allá de lo familiar, que rayaba con lo prohibido. Uno que muchas veces intento negar, que intento olvidar o simplemente desplazarlo. Por mucho tiempo intento fingir que las cosas continuaban de la misma forma, que nada cambiaba, que nada cambiaría. Pero incluso él fallo, no do rechazar lo que le consumía desde su interior, llegando al punto de casi volverlo loco.

Antes de poder procesar lo que sucedía, había terminado tomando a su propio hermano entre sus brazos.

Y era demasiado tarde como para siquiera arrepentirse.


Telepatía. Es la capacidad para comunicarse en la mente de otros a largas distancias, generalmente estos usuarios dominan todos los idiomas para no tener problemas en comunicación a larga distancia.
Es capaz de escuchar y comunicar sus pensamientos hacia otras personas, hacer una "transmisión" general que le permita ser escuchado directamente en la mente de las personas. O incluso ser capaz de escuchar lo que piensan.
Su rango de alcance no supera los 8 metros y aun así, al no hablar gran cantidad de idiomas, es poco probable que escuche todos. No logra dominar del todo esta habilidad, pues nunca ha puesto empeño en perfeccionarla, no es alguien que le guste indagar en los pensamientos ajenos sin permiso. Algo que lo limita en gran medida.


—Trabaja actualmente en un hospital estatal, ayudando a quienes se le acerquen sin hacer la menor de las distinciones.
—Es reconocido como uno de los mejores médicos de su generación.
—Sus padres, a pesar del camino que ha tomado, aun lo consideran su hijo perfecto. Algo que aún le resulta levemente desagradable.
—Mantiene una relación cercana con su hermano.
—Tiene una actitud sobre protectora con respecto a Noah.
—Ah intentado terminar, o mejor dicho deshacer el tipo de relación que tiene con Noah, pero resulta muchas veces inútil. Ya sea por lo que le provoca el menor o por caer en sus propias necesidades.
—Respecta el ateísmo de su pequeño hermano, así como tampoco le critica y no intenta hacerle cambiar de opinión. Siempre le ha resultado un ser excepcional. Muy a diferencia de lo que el mismo cree, puesto que le es especialmente difícil dejar de lado lo que le han enseñado a venerar y admirar.
—Ha sido él el que ha cuidado de Noah desde su nacimiento. Haciéndose cargo de él cuando sus padres parecían muy ocupados como para prestarles atención.
—Tiene gran facilidad para el trato con los niños.
—Tiene habilidad en la mecánica, sin embargo la medicina siempre ha sido su pasión. Eso no quita que pueda mantener conversaciones con su hermano sobre ingeniería y robótica con el mismo ritmo que el menor.
—Le encantan las visitas de Noah.
—Es el médico personal de su pequeño hermano.
—Su hermano le ha hecho un robot asistente médico personal, uno que le resulta de gran ayuda en su trabajo. Su nombre es Baymax. Siempre le ha fascinado su apariencia, algo que resulta mucho más agradable a los niños que atiende.  
—Es médico general, aunque con una especialización en pediatría.
—Es difícil, más bien imposible, que haga distinción entre sus pacientes.
—Muchas veces parece asemejarse a lo que alguna vez fueron los ángeles; aquellas criaturas protectoras que extienden sus brazos para proteger a los más débiles.
—Ama los gatos.
—En más de una ocasión ha regañado a Noah por las palabrotas soltadas en francés.
—Habla fluidamente el francés, inglés, italiano, japonés y español. Se defiende bastante bien en el alemán y el ruso.
—Baymax siempre le ha recordado a un gran malvavisco suave y esponjoso.
—Baymax, como un añadido puesto por Noah en un momento que no pudo identificar, ahora también entrega condones. Algo que el avergonzó y altero en cuanto se enteró. Ahora simplemente intenta pasar de largo.
—Es un gran deportista, pasando desde el baloncesto, futbol y tenis.
—Mantiene contacto con su familia, aunque este no es muy seguido ni constante.
—Tiene una gorra de la suerte, una que es difícil que logre quitársela.
—Tiene conocimientos de mecánica, algo que le ha posibilitado realizar reparaciones rápidas a Baymax en momentos de apuro.
—Suele viajas a Lucinthul para ayudar con el hospital de aquel distrito, aunque son en contadas ocasiones debido a la gran cantidad de pacientes que mantiene en Euphium.
—Pacifista por naturaleza.
—A pesar de sus enseñanzas y de no demostrarlo abiertamente, guarda cierta negación a la idea de abandonar a la humanidad por su error. Único reproche hacia aquel ser que le han enseñado adorar y amar.
—Siente un amor que pasa de lo fraternal hacia Noah, algo que le es difícil negar, aun cuando sabe que aquello no debería ser.


Tadashi Hamada
Big Hero 6
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