Caeli Schinitzler | ID

Caeli Schinitzler
Cae, Li, Eli, etc.
25 años aparentes | reales desconocidos
Masculino
Pansexual
Híbrido { Vampiro | Necromantico }
Hitmen
Alemán | Ingles
Lucinthul


Caeli es obsesivo, controlador, perfeccionista. Una criatura que piensa, analiza y reacciona mucho más rápido de lo que podría esperarse. A simple vista calmado, siempre en control, siempre indiferente; lo que pasa por su mente no es más que un misterio desentrañable que no pueden compararse más que a un sinfín de puertas a diferentes posibilidades. Se mantiene en control, nunca le veras perder los estribos, no es alguien a quien puedas provocar con facilidad. Es alguien que puede mantener la calma en los momentos de mayor tensión, de desesperación; muy por el contrario, es en esos instantes en que sale a relucir su sangre fría, su habilidad en la planificación y desarrollo. Porque no se permite errores, no se permite tropiezos o caídas en su camino; no se perdona error que no haya sido planeado.

Es alguien que puede volverse el ser más encantador si así lo necesitara, elegante, educado, sonriente. Entre sus labios la más encantadora sonrisa puede trazarse sin necesidad de sentirla, sin necesidad de tener motivo valedero; si lo necesita, si le hace falta, lo hará, sonreiría y se moverá así como deba. Ese elegante, hábil y cuidadoso en sus movimientos; calculador y frívolo cuando lo necesita, empático. No siente más que indiferencia, desinterés, frialdad. No siente nada, un cascaron vacío que los años han ido resquebrajando con cada nueva experiencia; una criatura que aun duerme, que se mueve por inercia, por necesidad, apenas obedeciendo los deseo que logran filtrarse desde su podrido interior. Una criatura que espera explotar, liberar sus deseos, sus necesidades y mostrar el ser vacío que en su interior se oculta.

Es directo, no mide sus palabras, no es delicado o amable para decir la verdad de frente. No tiene tacto, no goza de la delicadeza necesaria para endulzar sus fríos y crueles dichos hacia los más delicados. Es bastante indiferente, cruel, despiadado. Alguien que no siente nada al ver correr la sangre desde un inerte cuerpo contra la pared, alguien que solo puede ver su necesidad, muchas veces impulsado por su propia obsesión. Ni siquiera su propio ser puede importarle lo suficiente para cuidarse lo necesario, aun cuando su cuerpo se encuentre agonizante es difícil poder percibir alguna mueca que nos sea la diversión, que no sea la burla o el goce que la adrenalina produce en su sistema.

Es posesivo, muchas veces llegando a lo obsesivo, a la locura. Odia compartir, odia sentir que tomen lo que cree le pertenecen, no lo tolera; tal vez único motivo por el que puede perder la calma que tan perfectamente lleva adelante. Porque para él solo existe una perna, esa por la que su mundo gira y lo impulsa a mantenerse en pie; una criatura por la que mataría y no habría duda en su pulso, en sus movimientos. Porque él no siente nada, solo ve sus necesidades, solo ve el motivo de su obsesión; solo observa los motivos de su diversión.

Porque ante todo, solo es un niño que ansía divertirse en el mundo que tardo en conocer.


Tu primer recuerdo, aquel que llega a tu mente cuando intentas volver al pasado, es una habitación fría, vacía, oscura. El olor de la humedad llegando a tus fosas nasales, lastimando tus pulmones con cada nueva bocanada que tan necesaria debes dar, sientes el frio recorrer tu cuerpo mientras te envuelves con tus frágiles brazos. La oscuridad es perpetua, continua, penetrante. Apenas eres capaz de ver los dedos de tus manos, aquellos que pueden volverse tu única distracción en tus momentos de soledad. También recuerdas las voces, las suaves voces que nunca olvidas, que nunca puedes perder o dejar atrás; aquellas que parecen hipnotizarte, llevarte a un sublime trance del que no deseas salir. Recuerdas las figuras que se movían a tu alrededor, borrosas, apenas perceptibles entre la bruma del pasado, apenas pudiendo captar las formas que se movían y que tanto intentabas alcanzar.

Y es ahora cuando esas formas tienen ya un rostro, cuando –al comprar con el pasado–puedes darles rostro, forma y color. Ya no son meras sombras moviéndose en el espacio, ahora son cuerpos, son hombres que ves ir y venir mientras el tiempo transcurre lentamente. Y es cuando los años parecen transcurrir como gotas de roció en la primavera, apenas perceptible, apenas puedes sentirlos porque solo hay algo en tu mente; tu padre. Aquel hombre que ves ir y venir, esa figura que en tu pasado apenas tiene forma, apenas distinguible entre la bruma. Aquella figura que nunca has parado de seguir, que ha marcado el camino que nunca dudaste te seguir, ni siquiera preguntaste, no le replicaste; solo transitaste por aquel camino que te ha marcado ¿Y cómo no? Era tu padre, tu todo, eras todo lo que tenías y lo que deseabas tener. Porque no hay otro en t vida, no hay criatura más importante que aquella que la vez como el núcleo de esta; incluso tú, tu existencia no es más que la efímera y ridícula oportunidad que conservas para tenerlo cerca de ti, para nunca soltarlo, aferrarte a él con toda la fuerza que tus brazos pudieran darte.

Sabes que tienes hermanos, es un detalle que nunca te ha pasado por alto, que nunca se ha mantenido oculta para tu conocimiento pero ¿te ha importado? No, nunca lo ha hecho. No los sientes más que extraños, figuras que lentamente van tomando más posesión del tiempo de aquel dueño de tu obsesión, pero te controlas y sabes manejarte. Eres sensato, eres suspicaz y sabes esperar, aun en la oscuridad. Y aunque ya no estés en esa fría y oscura habitación, sabes que tu interior es exactamente igual; vacío, pútrido, oscuro y consumido en la locura que lentamente va tomando todo de ti. Pero no la detienes, nunca la detuviste ¿para qué? Si es está a la que puedes darle una utilidad, puedes darle un trabajo; uno que beneficie a tu padre. Porque tus acciones son para beneficiarle, por supuesto; son para protegerlo, para cuidarle, para beneficiarlo y, por sobre todo, para acercarlo una vez más a ti. Mucho más cerca, tanto como puedas. Pero nunca has intervenido más de lo que te han pedido, más de lo que te han ordenado; a pesar de detestarlo has sabido conservarte en el límite que te han impuesto ¿Qué podrías esperar? Nada más, estabas bien, perfectamente satisfecho. Porque sigues esperando.

Pero cuando el momento final llego, cuando todo aquel teatro llegaría su fin y por fin tendrías lo que habías estado esperando; y ya no tendrías por qué compartir, mucho menos porque mantener una distancia que lentamente te orillaba a la desesperación. Solo fuiste un espectador, disfrutando del espectáculo que frente a tus ojos se desenvolvía y solo reíste, disfrutaste, gozaste hasta que el telón se cerró, hasta que todo acabo y el último cuerpo cayó contra el suelo. Viste la sangre correr y tu sonrisa se amplió; al fin, al fin el momento que tanto había esperado. Ya no había personajes de por medio, no había terceros que pudieras considerar una intervención ¿cierto? lo disfrutaste, ese tiempo, lo gozaste, lo consideraste eterno. Una eternidad que se rompió cuando los actores que creías desterrados parecían volver.

Pero debes relajarte, ¿cierto? debes controlarte. Porque es solo cuestión de tiempo, Caeli, debes seguir esperando hasta que los últimos actores caigan en un fino charco de sangre.


Ilusión. Es la capacidad para alterar o engañar la percepción de los demás a través de manipulaciones visuales, auditivas o efectos producidos al comprender la mente ajena. Algunas ilusiones son tan fuertes que pueden volverse reales para quienes son las víctimas de las ilusiones.
Es capaz de crear ilusiones que manipulan la percepción de las criaturas, dejandoles ver y sentir lo que él desea.
Debido a su condición de híbrido su habilidad se ve limitada, puesto que el tiempo de la ilusión puede variar en gran medida de su tamaño y esfuerzo. Así mismo, esta puede ser anulada si la personas (puede solo con una a la vez) reconoce la ilusión como una falsedad.


—Tiene un lado sádico que pocas veces parece salir a la luz, sin embargo en más de una ocasión ha disfrutado del dolor ajeno.
—Su principal obsesión es su padre. La figura que ha marcado su vida y lo sigue haciendo, alguien a quien no desea dejar ir.
—No siente ningún interés en conocer a sus hermanos. Si ha tenido algún contacto con ellos, o llega a tenerlo, es por su padre.
—Puede trabajar de asesino, traficante, informante, espía. Son varias las ramas en las que puede destacarse, sus habilidades variadas, ni siquiera se molesta en concentrarse en alguna.
—Nunca recrimino de alguna forma que su padre lo haya separado y lo educara por cuenta propia; tal vez aquel fue el inicio de su obsesión. Ahora solo puede agradecerlo, porque fueron los momentos en que sintió tenerlo especialmente para él.
—Nunca le ha preocupado tener de amante a su padre, algo que sin importar el tiempo, sigue considerando normal.
—No puede evitar resentir los momentos en que siente debe compartir a su progenitor con alguien más, incluso si estos son sus hermanos. Pero la experiencia le ha enseñado a controlarse.
—Nunca ha desarrollado plenamente su lado vampiro, el motivo es simplemente porque nunca le intereso, aunque si tiene conocimientos básicos no lo desarrollo.
—No puede decirse que lo que siente por su padre es amor –¿un ser tan corrompido y roto puede amar?– pero si puede afirmar que es suyo, que no desea compartirlo; que es su única y más grande obsesión y no puede dejarlo pasar.
—Le gusta usar cuchillos cuando tiene que matar a alguien, disfruta de ver una navaja atravesando la delicada piel de sus objetivos.
—Podría decirse que tiene una buena relación con aquel que dice ser hermano de su padre.
—Le gustan los dulces.
—Sabe hablar el inglés y alemán a la perfección.


Caesar
OZMAFIA!!
No