☼ A T H L E T E ☼

Sawamura Eijun
18 años
Masculino
Demisexual
Dragón Bebé
Mascota
Ingles-Japones
Euphium


Eijun es lo que muchos pueden calificar como un idiota impulsivo. Es enérgico, bastante activo, el quedarse quieto no es una tarea fácil para alguien que tiene tanta energía. Difícil que se mantenga en un solo lugar, que no se meta en problemas por su gran bocaza o sus impulsos que muchas veces han sido más que suficientes para meterlo en liso gordos. No se queda callado, no sabe medirse o controlarse, impulsivo tal vez sea poco para lograr definirlo en totalidad. Se lanzara allá donde lo crea necesario, se dejara llevar por sus impulsos, por los instintos que a flor de piel se desarrollan, que crecen y toman control de sus movimientos ¿Qué si una pelea callejera en la esquina de casa? Pues se meterá en medio para evitar el escándalo, aunque su voz terminara siendo la razón principal para que los vecinos llamen a la policía ¿Qué si algún ladronzuelo intenta robar en plena calle? Pues allá va él directo a golpearlo, aunque las probabilidades de que la golpiza se la lleve él son más elevadas que el que consiga su objetivo. Pero ese es Eijun, el escandaloso muchacho que se deja llevar por lo que siente, por sus emociones, por su sentir, pro aquel descontrolado corazón que apenas y comienza a experimentar lo que es la vida.

Es inocente, ingenuo, torpe, tal vez tonto dirán algunos. No tiene muchas experiencias de la vida, más allá del abandono, del obligatorio adiestramiento para ser algo que no quería. Puede volverse bastante confiado y fácil de manipular, vamos, ¿Qué tan difícil puede ser fingir una enfermedad? Ten por seguro que sin importar que tan patética o estúpida sea la actuación, Eijun se la tragara y te ayudara. Y eso muchas veces da pie a que se aprovechen fácilmente de él ¿y cómo no? El pobre muchacho conserva en su mente el desconocimiento, la curiosidad y la incertidumbre sobre lo que esa sociedad pueda ocultar. Si, ha estado en la calle durante algún tiempo; si, sabe lo que es ser tratado como un objeto. Pero Eijun es joven, es inexperto, la vida apenas es un juego nuevo al que finalmente está integrándose como un jugador activo. Hablando de jugar, es un gran jugador, bastante orgulloso, de aquellos que dan el todo por ganar, por la victoria, que pondrá su alma por más estúpido que sea el juego. Si, aun en un tonto juego de mesa en plena sala de la casa ¿Qué? Un juego es un juego. Sería estúpido restarle importancia por más pequeño que sea. Y eso da pie a mostrar su orgullo y la terquedad de la que se jacta. Es difícil para él admitir una derrota, pero eso no lo detiene, por supuesto que no; sin importar la situación la repetirá tantas veces sea necesario hasta que sea como lo desea, hasta lograr concretarlo de la mejor forma. Porque Eijun es alguien que no se conformara con menos, que se impulsa una y otra vez a superarse tanto como le sea posible.

Por otro lado, es fácil sorprenderle, la mayoría de las veces, cuando se distrae. Porque es muy distraído, despistado, su tiempo de atención es corto, efímero pero fácilmente compensable con su propia determinación de lograr lo que se propone. Pero de igual forma tomarlo por sorpresa no supera el tomarlo por la espalda, pero sus reacciones pueden ser tan variadas, gritos, patadas o golpes; golpes torpes y con poca fuerza, pero golpes al fin. Eijun es alguien que reaccionara así como su cuerpo indique, como sus instintos dictaminen. Porque cuando una situación le abruma, cuando un suceso logra sorprenderlo, su cerebro se apagara y los instintos harán su magia. Y eso fácilmente se traduce como gritos, golpes o quejas que se escucharan hasta a la siguiente calle. Porque es bastante gritos, con voz fuerte y algunas veces aguda. Se molesta con facilidad, tiene un carácter explosivo, pero tampoco significa que sea rencoroso, por el contrario; se enfadara un minuto y para el minuto tres te estará hablando tan tranquilamente como si nada hubiera pasado.

A pesar de todo Eijun es un muchacho sonriente, alegre, vivaz, alguien que no niega una sonrisa, que de las 24 horas del día 23 lo veras sonriendo y la otra hora se estará quejando por alguna jugarreta que pudieran hacerle. Es optimista, hablar con él es suficiente para juntar los ánimos necesarios para seguir adelante, porque él no acepta las derrotas, porque nunca se da por vencido y no retrocede sobre sus pasos. Vera siempre la mejor cara de la situación, no se desanimara fácilmente que la vida da golpes más duros y los pequeños problemas del día a día no serán suficiente para hacerle decaer. Por otro lado puede ser tímido, vergonzoso cuando en temas de amor se trata ¿de qué otra forma esperas que se comporte? Si siquiera se atrevieran a robarle un beso, y no hablamos de los labios, sino en la mejilla; un inocente beso en la mejilla y el muchacho se prenderá cual foco de navidad. Se pone nervioso, grita, tartamudea y finalmente hará el berrinche de su vida intentando escapar de tan vergonzosa situación. Porque no sabe cómo llevarlas, no conoce de muestras de afecto, no sabe cómo tratarlas o corresponderlas sino como sus impulsos puedan llevarlo.

A fin de cuentas, ¿Qué puedes esperar de un bebé?


Los miras pasar, moverse por tu alrededor cuales sombras intangibles, inalcanzables, figuras que se pierden en el aire, que te ignoras y tu ignoras. No recuerdas como has llegado hasta donde estas, no eres más que una sombra más entre las calles de aquella inmensa ciudad ¿Quién eres? Con suerte recuerdas tu nombre; Eijun Sawamura pero ¿y este de dónde salió? ¿De dónde surgió? ¿Quién te lo entrego? Las memorias se pierden en la bruma de tu mente y no las detienes, no te aferras a ellas porque duelen, te lastimas, te agobian quieres olvidar, y tan fácil te resulta mientras te mueves entre las calles de tan despiadado lugar, te ocultas en las sombras, solo observando desde la distancia las grandes sonrisas de las sombras que no te molestas en conocer. No recuerdas una familia a la cual pertenecer. Eres un dragón, debiera suponerse con facilidad, así como debiera suponerse que estos nacen en grandes familias, numerosos integrantes que protegen a las crías antes de lanzarlas al mundo, un nido en donde podrían ser entrenados y preparados para afrontar la crueldad de aquella nueva sociedad. Pero no hay nada similar que pueda llegar a tu mente, no hay recuerdos agradables, no hay peleas inocentes entre hermanos, no hay padres a los cuales puedas anhelar en momentos como aquellos.

Tu naciste en cautiverio ¿así debiera decirse? Fuiste la unión entre dos grandes dragones que estaban al servicio del Parlamento, un obligado servicio, no eran más que las simientes para seguir procreando criaturas condenadas a su desdichado final. Tú, Eijun, naciste de una de esas tantas situaciones en las que aquellos dragones se vieron obligados a copular, un niño con un único objetivo, con un solo propósito para tan pequeña vida; servir. Eres un objeto de exhibición, un muñeco, una decoración que se debe presumir ante la sociedad. Eras la adquisición de algún noble o algún ricachón que hará de ti lo que desee. Tú naciste sin derecho a una vida, fuiste educado y preparado los primeros años para servir, para obedecer e inclinar la cabeza ante el que sería tu amo ¿lo recuerdas? No tienes ni voz ni voto, no tienes opinión propia ¿Por qué una Mascota debiera opinar sobre algo que no le concierne? Pero tú eras diferente, tú no eras como todos esos demás seres en tu misma condición; tú fuiste la excepción en muchos aspectos. Fingiste obedecer, fingiste comportarte, fingiste comprender y estar preparado para ser vendido ¿Qué más podías hacer? Solo te esperaba la muerte si te atrevías a revelarte.

Finalmente el día llegó, aquel ser se presentó como la oportunidad de escape, cuando finalmente pudiste salir de aquella prisión de aspecto tan impoluto, cuando sentiste el aire cocar directamente con tu rostro supiste que nunca podrías confinarte al encierro ¿Qué fue lo que paso después? ¿Cómo de las manos de aquel que debías considerar tu amo terminaste en las calles, ocultándote de la sociedad? Te abandono. Eso fue lo que paso, te dejo a tu suerte, se deshizo de ti cuando se dio cuenta que eras un caso perdido, que no eras la perfecta y callada mascota que hubiera esperado, que no cedías, que no te rendías a su voluntad. Te arrojo a la calle como lo que representabas para él, no eras más que un objeto, una adquisición que ya no le servía, una decoración que no le funcionaba, un juguete defectuoso en el cual desperdicio su dinero. Dolió ¿cierto? Por supuesto que duele, ser abandonado, dejado en la calle, saber que eras libre de aquella prisión de bellas paredes pero que no sabías que hacer con esa libertad. Conocer una ciudad tan cruel, tan despiadada y no saber cómo proceder, verte abrumado por tu situación actual.

Y creíste que aquello duraría, que las calles serian tu único hogar, que ahora solo ese lugar podrías ocupar. No te preocupaste, te propusiste sobrevivir y hacerte de la fuerza necesaria para hacerte valer. O al menos lo intentaste, lo intentaste hasta que él llego, hasta que una de las tantas sombras que a tu alrededor transitaban quiso acercarte a la oscuridad en donde tú te encontrabas. Peleaste, te resististe a la estúpida idea que te presentaba ¡no pensabas irte! No te convertirías en un juguete otra vez, ¡no eras una exhibición! Pero no te tomo en cuenta, ni siquiera escucho tus quejas ¡merecías ser escuchado! ¿Cierto? Porque al final simplemente te tomo y te llevo a su casa.

Ahora dime, Eijun, ¿Cómo llevas tu nueva vida?


Pyrokinesis. Es la capacidad psicokinética que permite controlar el fuego y, crearlo a partir de la combustión del aire; muchos de estos usuarios poseen dentro de sus cuerpos algún elemento de combustión que le permite volverse uno con el fuego.
Es capaz de manipular el fuego a su placer, hacerlo crecer e extinguirse, que adopte la forma, ya sea ofensiva o defensiva. Incluso ha llegado a ser capaz de envolverse en el fuego para protegerse de algún ataque, o en caso contrario para que sus golpes aumenten en fuerza.
Aun es un dragón joven, por lo que su manipulación en el fuego es únicamente al ya pre existente, es decir, aun es incapaz de crearlo por su propia cuenta o de su cuerpo. Agregando tambien que su manipulación sobre este es inexacta y muchas veces por cortos periodos de tiempo. Un poco de agua mandaría al caño cualquier control sobre el fuego, incluso cualquier distracción puede ocasionar un desastre.


—No tiene muchos conocimientos sobre la ‘sociedad’ en general. Tal vez lo básico o lo que pueda escuchar en televisión o leer en periódicos. Tampoco es que le importe demasiado.
—Es deportista, bastante bueno y determinado en esto. Cuando se propone algo, lo cumple le gusta practicar cualquier deporte y pone todo su empeño en hacerlo tan bien como le sea posible.
—Tsundere, muchos dirían que es su perfecta definición.
—Aun es una cría de dragón, su edad no es muy avanzada y a pesar de ser una raza longeva, actualmente cuenta con 18 años, una edad joven para los dragones. Su aspecto dragoneó no supera demasiado el tamaño de un árbol mediano.
—Su nombre ha sido dado por sus instructores en aquel lugar en donde lo mantuvieron en cautiverio hasta el momento de ser vendido.
—Su educación puede considerarse bastante completa, es respetuoso y sabe cómo comportarse en reuniones de importancia, algo que suele salirle de forma natural.
—Bastante enérgico, parece no desgastarse fácilmente.
—Sigue sin agradarle el hecho de ser una mascota, pero está dispuesto a aceptar —solo a sí mismo— que Miyuki lo hace soportable.
—Suele tratar a todos a su alrededor de forma respetuosa, nunca tuteando o tomándose confianzas que no debería. A todos salvo Miyuki.
—Puede ser bastante infantil en algunas situaciones, después de todo aun es un bebé.
—Muchas veces es comparado con un felino, pocos son los que se dan cuenta que en realidad es un dragón, atribuyendo ingenuamente que es alguna clase de shiffter de felino. Esto muchas veces le dio el apodo de gato huraño.
—No soporta que lo desvaloricen, que lo subestimen o lo den en menos. Eso solo logra impulsarlo a llevar adelante su objetivo sin importar el costo. Es testarudo y terco como solo él.
—Puede ser bastante inocente e ingenuo, no es idiota, pero si se deja llevar fácilmente en algunas situaciones. Aunque cuando descubre una mentira simplemente se comportara como un berrinchudo niño al que no le han salido bien las cosas.
—No lo admite, pero tiene miedo de que Miyuki decida deshacerse de él como una vez lo hizo su anterior amo.
—Quiere practicar el béisbol, aunque por propia cuenta. Sabe que Miyuki se burlara que si llegara a fallar. Cuando logre ser un gran jugador está más que dispuesto a presumir frente al castaño ¿Qué?
—Es un gran cocinero, puede preparar el más exquisito festín o la más tranquila de las cenas en unas cuantas horas.
—Es bastante honesto, no sabe mentir, bueno, es un pésimo mentiroso. Cuando lo veas intentarlo sabrás que es una mentira, se le nota aun cuando no lo estés mirando a la cara. Cuando mienten sus orejas suelen ponerse rojas y tartamudea en algunos casos.
—Es bastante torpe, en la mayoría de los casos. No por falta de habilidades o reflejos lentos, por el contrario, simplemente es distraído, despistado y eso solo termina ocasionando algún accidente.
—Tiene reflejos agudos, bastante rápidos y confiables. Tomarle por sorpresa solo es posible cuando está demasiado distraído y concentrado en algo más.
—En su tiempo libre suele leer una gran cantidad de libros, tal vez por aburrimiento o por el deseo de conocer un poco más de lo que le rodea.
—No conoce a sus padres y, aunque en un tiempo deseo conocerlos, en la actualidad no son más que una fantasía del pasado.
—No habla sobre quien fue su anterior amo. Simplemente no pretende mencionarlo o recordarlo.
—No sirve para la pelea, es impulsivo, claro y si fuera por él en más de una pelea se hubiera metido, pero simplemente no tiene conocimientos algunos para defenderse que no sean sus instintos.
—Le ha tomado cariño a Miyuki, al menos con el tiempo, sin embargo ¿Qué sabe él de cómo comportarse con eso? Nada.


Sawamura Eijun
Diamond no Ace