K A H L F U S S ♂

NOMBRE COMPLETO: Valafar Kahlfuss.
EDAD: Veintisiete años.
SEXO: Masculino.
ORIENTACIÓN SEXUAL: Antrosexual.
RAZA: Elemental.
GRUPO DE PERSONAJE: Paradisium.
NACIONALIDAD: Italiano.
DISTRITO: Lucinthul.


Inhala el suficiente aire para lograr calmarse, recuerda, contando dentro de su cabeza los números del uno al diez. Valafar tiene una paciencia increíblemente envidiable. Piensa con frialdad antes de moverse, e incluso moviéndose, mantiene una integridad a lo más mínimo. Posiblemente si no hace nada, nadie le recuerde —cosa que falla totalmente al tener la misma cara que ese idiota ídolo—. No, no posee trastornos de personalidad como su hermano, es cierto, que en ocasiones puede perturbar a la gente con sus directos comentarios, palabras que pueden herirla hasta lo más profundo de ellas, pero es más como su lengua viperina intenta tratar a los demás de basura: sólo eso. No es lunático, tiene una obsesión con mantener todo en pulcro estado y ordenado, sin embargo, no está demasiado loco para casarse con la limpieza, mucho más, cuando vive en un lugar tan peligroso como Sibenton —peligroso y sucio—.

Su rostro es falso, no porque no posea esa cara es totalmente la suya real, sin embargo, esa amable sonrisa que te dedica al verte entrar, al verte marchar y esa adorable voz que suena totalmente empalagosa entre sus oídos, no es más que una mentira bien craneada. Cuando te marchas, su rostro vuelve a ser el mismo frío de siempre, sin mostrar expresión alguna, preguntándose: ¿Cuándo te vas a morir viejo asqueroso?

Es adorable, sí, cuando quiere serlo o necesita serlo. Cortes, benévolo, cordial, risueño. Pero también puede ser todo lo contrario, de hecho, realmente es todo lo contrario si comienzas a conocerlo realmente. No posee sentimientos que queden marcados dentro de él, en ocasiones, suele ser demasiado arisco con lo que dice. Es como un gato que intenta huir de todos los afectos otorgados por sus amos: porque definitivamente es asqueroso. Sus clientes no son más que un montón de juguetes para él que le alimentan, puede abrir las piernas si aquel que viene tiene lo suficiente para pagarle a él. Paradisium no es más que un palacio para los prostitutos de la baja sociedad, no son mal pagados, pero pueden tener más sobrevivencia que atendiendo en las calles, por esa razón, él, trata con una gran sonrisa el rostro de su cliente, pero cuando este le da la espalda: qué se apiaden los santos, porque Dios, ya nos abandonó.

Antisocial, le molesta reunirse con un montón de personas a contar sobre sus vidas. La historia de sus clientes le tiene sin cuidado —a no ser que sea una información vital, que por esos lados suelen rumorearse demasiado—, información que puede vender por dinero. Terrorífico, sin lugar a dudas, no tiene el terror de enfrentarse a los más fuertes, es capaz de cortar la cabeza si así se lo ordenan. Cabalgando a los más fáciles, mientras colocándose detrás del cuello de las más putas. Es fácil, y nunca duda en quitarle la vida a alguien. A pesar de vivir en Sibenton, no conoce que son las malas palabras, no las utiliza, porque su forma de vocabulario no se lo permiten, habla como el príncipe de la realeza, como una dama soltera. Sin embargo, posee cero conocimientos en educación de escuela.

Su personalidad simplemente es una retorcida. Es sádico, puede serlo cuando lo desee, bestial, cruel quien no duda en arrancarle la vida a alguien si así lo desea. Pero también, lleva en su espalda un cartel que dicta: criminal. No es más que una salvaje bestia buscando a quien devorar con el paso de los tiempos. Es inteligente, puede huir sin lugar a dudas de los problemas con grandes estrategias, no durara ni un segundo en culparte si así, una excusa pudiese nacer de su cabeza. Es ingenioso, pero también, increíblemente silencioso.

Habla, poco, dicta mucho. Pero sobre todo, es todo un misterio. Porque su verdadera personalidad… ¿está escondida entre pasados tenebrosos?

Porque nadie más que él, tuvo la mejor historia de los cuentos de hadas: La de la vida real.


Dos, tres, cuatro… ¿cuándo fue que lograste dar los cinco pasos antes de caer en los brazos de una madre que no recuerdas? ¿Cuántos tenías cuando sostuviste con fuerza la mano de tu hermano mayor? ¿Cuándo fue que olvidaste que todo eso existió? No, nunca lo olvidaste, sigue en tu cabeza, intacto, buscando la forma de torturar aquella fría y déspota personalidad. Te escondías, lo sabes, detrás de tu hermano, quien con una sonrisa te ayudaba a seguir adelante. Te buscaba la comida, iba contigo al baño, te ayudaba en los columpios, era un buen hermano mayor. Lo era. Tus padres les amaban, a ambos, les cuidaban, eran simplemente… el sol que ellos siempre desearon.

Pero no todo era como los cuentos de hada que varias veces tu madre te contaba en la cama: debían de desaparecer cuando más le necesitaban. Con deudas hasta el cuello, lo único que recordó de ellos fue el polvo que se levantó en su contra. Desapareciendo poco a poco de su propia vista, perdiéndose entre los pilares de la existencia. Una vez existió la palabra: Padre, para ti. Pero esa, murió con todos los sueños de ser independiente. Élite, un grupo que les hizo caer en las desgracias. Fugitivos, fueron considerados ¿y sus hijos? Basuras de la sociedad. Se perdió, aún, con la promesa de su hermano golpeando su cabeza, no pudo evitar dejarse guiar por la curiosidad, soltar su mano adentrándose a las profundas calles de Euphium. ¿Cómo llegó a Sibenton? Lo desconoce, recuerda el olor a pútrido, los cuerpos muertos a su alrededor, las ganas de cremar con sus poderes aquellos cadáveres, la situación subiendo hasta su garganta, hasta que una voz interrumpió todo:

—¿Estás perdido? —lo estaba.

No fue un entrenamiento difícil, había logrado sobrevivir a muchas cosas más que considerarse una bestia de carga para las demás criaturas. Era un hombre, debía de comportarse como tal, o al menos, así le consideraban. Una prostituta, como muchos más de los que vivían por esas calles le crío. Era la mujer oficial de aquel hombre, quien con una sonrisa le engatusó. Le enseño todo lo que ella sabía, le educo en la vida y, aunque estuviera totalmente ilusa de todo lo que podría haber aprendido en una escuela, admitía que su vida no era mala: No es mala cuando comienzas a sentir placer.

¿Y eso cuando comenzaba?

Nunca experimento tanto dolor como la primera vez, nunca estuvo más satisfecho cuando después de días de tener sexo con el hombre que le recogió de la calle moría entre sus brazos, nunca pensó que Paradisium viera en él un valor más grande que las joyas más finas. Nunca espero ser más que un prostituto, un asesino: quien podría limpiar todo aquel que entraba más allá sin los permisos otorgados. Políticos poderosos, criaturas déspotas que caían por su rostro angelical. Personas que eran envueltas en un falso rostro: ¿Una noche con un ídolo? Eso era más que perfecto.

Él, era perfecto en su trabajo.

No es más claro, que sus aciertos le han ayudado en el actual mundo, esconderse de forma espontánea, sobrevivir con los más salvajes a pesar de portar aquel rostro tan bello. Pero mucho más, sobrevivir a una vida que le fue quitada.

Después de cinco años vive actualmente con su hermano gemelo, la pareja de este y, el idiota. No sabe exactamente cómo fue que los cuatro terminaron viviendo juntos; de hecho, cuándo apareció su hermano parecía tan tranquilo de reconocerlo que simplemente se convirtió en otra parte de él en poco tiempo.

Intenta ignorar todo lo que ha pasado e incluso tiene que lidiar con los asesinos que quieren la cabeza de su hermano.

Antes vivia con más paz.


ARTEM:
Pyrokinesis: Es la capacidad psicokinética que permite controlar el fuego y, crearlo a partir de la combustión del aire; muchos de estos usuarios poseen dentro de sus cuerpos algún elemento de combustión que le permite volverse uno con el fuego.

HABILIDADES | DEBILIDADES
• Tiene la capacidad de dominar el fuego y, convertir en este, en un rayo denso que sale expulsado con ayuda de sus manos hasta dónde se encuentra su víctima. En ocasiones este rayo puede perder el control y convertirse en una explosión. La debilidad con el agua no es tan potente, ya que este rayo al salirse de control puede incluso evaporarla, sin embargo, no es como si fuese a evaporar el mal completo. La misma energía que emplea recolectando el fuego la gasta después de expulsarlo puede incluso caer desmayado dependiendo de la intensidad.


—Posee una capacidad para aprender de forma acelerada. La cantidad de artes marciales que ha practicado no se acerca a la de su hermano, sin embargo, posee reflejos mayores que hacen que sus conocimientos sean de mejor valor. Ha practicado: kickboxing, taekwondo, aikido y boxeo.
—Su forma de calcular es fría. Es capaz de pensar en las situaciones más caóticas con la suficiente calma para salir de estas: usualmente no se mete en problemas por el mismo motivo.
—Sus padres desaparecieron cuando sólo tenía cinco años de edad. A esa misma edad, termino vagando por las calles de Sibenton, sin saber a dónde ir, ni como, intentó regresar a dónde estaba su hermano —se perdió—, sin embargo, nunca lo encontró de vuelta. Cuando intentó marcharse, un hombre, le ofreció cuidarle. Hombre, el cual reclutaba a niños en la calle para convertirlos en los mejores prostitutos de la zona.
—Es el hermano gemelo del fugitivo: Seth Kahlfuss.  Lo que implica que lo intenten cazar a él también por parecerse.
—Su actual trabajo es de un prostituto del prestigioso: Paradisium.
—Detesta que lo comparen con su hermano, por muy infantil que suene, le enerve la sangre.
—Trabaja usualmente como asesino a sueldo. De vez en cuando, la mayoría de sus víctimas mueren en la cama de aquel prostíbulo. Sin embargo, como todo lo que entra vivo y, termina muerto dentro de este, sólo se va a la basura. No es nada nuevo. Después de todo, son órdenes del propio local.
—Ha abierto las piernas a muchos hombres, así, como ha complacido a muchas mujeres. No tiene ni una pisca de sentimientos y el sexo, sólo es sexo.
—Vive en una habitación de Paradisium, es pequeña, solo tiene una cama. Usualmente carga con todo el dinero que se gana, le molesta de sobremanera dejarlo en esa habitación que ni seguridad tiene.
—No confía en nadie. Su confianza, aunque no es totalmente nula, pareciese que no existiera.
—A diferencia de Seth, el fuego que está dentro de su cuerpo crece con mucha potencia, en ocasiones, tiene que liberarlo con totalidad. Porque no es que este desarrollado, está lo suficientemente desarrollado pero eso incluso es capaz de matarlo porque su cuerpo no puede soportarlo. Tiene en su poder un par de guantes que encontró en la casa dónde antes vivía con sus padres.
—No tiene mascotas, no porque no le gusten, no las puede cuidar.
—Paradisium es más que un prostíbulo, es una prisión.
—No tiene conocimiento alguno, sin embargo, sabe defenderse lo suficientemente bien en conversaciones profundas, incluyendo, el hecho de que es excelente con los números y escribe con elegancia.
—Es completamente frío con todos quienes le rodean. Sin embargo, una calidez –completamente falsa– es liberada cuando está trabajando. Es obviamente una fachada.
—Le da igual la comida, con tal de que le alimente.
—No le gustan los niños, mucho menos quienes actúan como niño.
—Muchas personas le confunden con Seth pidiéndole autógrafos, él, con arrogancia, admite que no es ni esta de cerca de ser su hermano: lo admira en lo profundo.
—Es capaz de manejar el alcohol como si tomara agua. Es parte de su trabajo también.
—Tiene una melodiosa voz, sin embargo, sólo suele cantar cuando está solo.
—No le gustan los ruidos fuertes a ninguna hora.
—Le gusta dormir, aunque tiene el sueño demasiado rígido.
—No engorda, tiene una capacidad de comer y comer y no engordar. Sin embargo, no es como si viviera comiendo.
—Le disgusta que hablen de él, o que le confundan. ¡Odia que le confundan! ¿No ha quedado claro?
—La forma de liberar el fuego continuamente consiste en irse a la zona forestal liberándolo allí.
—La zona forestal es como su segunda casa, puede ser una de las pocas personas que lo conocen a pie de la letra.
—Sus reflejos son demasiado buenos, su flexibilidad excelente, pero cualquier movimiento que falle se desequilibra totalmente.
—Tiene mala orientación. Por eso, tal vez no culpe a su hermano tanto por haberlo abandonado.
—Una vez logró cruzarse con su madre, tal vez no le reconoció, él, tampoco tenía ganas de recordar los viejos tiempos.
—Es poliglota, domina un montón de idiomas, después de todo, la mayoría de sus clientes son extranjeros.
—Es conocido como: La diosa de Paradisium.


NOMBRE DEL FÍSICO: Tsunayoshi Sawada.
ORIGEN: Katekyō Hitman Reborn!