WHITE TIGER & BLACK TIGER —ID

Muchos le suelen llamar Wild Tiger, o Black Tiger en determinados casos. Pero también hay muchos otros apodos por el que suelen referirse, algunos mucho más agradables y respetuosos que otros, sin embargo su nombre oficial es Kaburagi T. Kotetsu, al menos es el nombre por el que se refirieron a él en la casa de adopción donde estuvo en su niñez. Nunca tuvo forma de comprobar si fue el nombre con el que llego al lugar o fue uno entregado al azar.
No se conoce su edad exacta, puesto que no se puede dar una fecha para su nacimiento. Fue dejado en la puerta de un orfanato a corta edad, sin indicaciones de su origen, pero se puede decir que tiene unos 30 años aproximadamente, al menos en apariencias es lo que tiene. Aunque no faltan quienes le dicen que parece más joven de lo que se dice.
Es de genero masculino, algo que se ve a simple vista.
Se ha tenido una clara controversia a la hora de definirlo en este aspecto, pocos son los que pueden dejar en claro las preferencias sexuales de este hombre. Y aun preguntándole directamente, suele esquivar la pregunta por vergüenza, dependiendo a que parte de él se le pregunte, por supuesto. Sin embargo, y dadas algunas situaciones en las que se le ha visto, se le ha catalogado como pansexual, sabiendo que hasta la fecha no ha mostrado inclinación hacia ningún genero especifico. Empero, de preguntarle a su lado más problemático, se puede notar cierta inclinación homosexual.
Aunque no se le ve cambiar de forma o mostrar alguna clase de habilidad que pueda ser catalogado en alguna de las razas pre-existentes, se sabe por sus propios labios que es un shifter felino. Especificadamente un tigre de gran tamaño, pero de comportamiento tranquilo y poco peligroso.
Debido a algunas confusiones, seguramente iniciadas por su especial condición, se ha visto envuelto en una serie de problemas que lo han llevado hasta Varaktum Prison, a pesar de sus intentos por evitar volverse un guilty, alegando constantemente su inocencia, actualmente reside en este lugar esperando poder tener una segunda oportunidad de demostrar su desconocimiento de los cargos por los que se le acusa.
No se tiene noción de quienes son las personas que le engendraron, ni los motivos de sus progenitores por dejarlo en la entrada de un orfanato sin identificaciones algunas, por los que no se tiene con precisión un lugar exacto de nacimiento. Se puede decir entonces que nació dentro de la ciudad, a pesar de su nombre claramente japonés, este mismo fue dado por las autoridades del lugar en donde se crio hasta edad suficiente. Por lo que no sería un error nacionalizarlo como ingles.
Hasta la fecha, y por lo que se sabe, ha estado en el distrito de Euphium. Se sabe que ha pasado algunas veces por el antiguo y perdido distrito de Sibenton, pero esto es algo que Tiger no logra confirmar, con supuesto desconocimiento de esto. Actualmente se ve limitado en la prisión de Varaktum, debido a su condición de prisionero, por lo que no hay forma de que pueda moverse del distrito capital.


Trastorno de Identidad Disociativa, antes llamado Trastorno de Personalidad Múltiple, confundida con Composición de Personalidades Individuales.

Este diagnóstico es descrito como la existencia de dos o más identidades, también conocidos como estados de personalidad, en un único individuo. Cada una de estas identidades mantiene un patrón de comportamiento propio, relativamente constante en percepción, interpretación y concepción del entorno; incluyéndose a sí mismo. Al menos dos de estos estados de personalidad deben mantener un control rutinario sobre el individuo, por sobre las existentes, manteniendo dominio sobre acciones, decisiones o comportamientos generales. Estas identidades se mantienen asociadas a un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal. A este tiempo perdido de la memoria, que cada uno tendrá por separado, se le atribuye el nombre de tiempo perdido o amnésico.

Esta disociación, en un individuo, es el estado en el que se separa de la realidad. El paciente con este diagnóstico es incapaz de recordar información que otra de las identidades haya presenciado, esto se debe a que no mantiene control o consciencia sobre las acciones ocurridas en el dominio de otra identidad. El TID se considera, en gran cantidad de pacientes, como un mecanismo de defensa ante un abuso o trauma de gran alcance, ocurrido en edad temprana, que pudiera haber perturbado la percepción del individuo con su entorno. Mayormente encontrado en personas que, con capacidad innata de disociación, hayan sufrido un abuso de una figura mayor que, al mismo tiempo, entregara seguridad y confort.

Sin embargo, pocos estudios son capaces de diagnosticar efectivamente este trastorno, el cual muchas veces es comparado a la esquizofrenia; a pesar de que ambos comparten grandes diferencias.



White Tiger, muchos te llaman así, ¿o prefieres Wild Tiger? Realmente te da lo mismo, aunque del segundo al menos conoces el origen, pero ignoras el origen del primero ¿te preocupas? No realmente, asumes que no puede ser nada realmente malo, ¿no lo crees? Eres bastante relajado, difícil poder provocarte, sacar de ti una reacción violenta o molesta por un simple apodo. Como si pudieras molestarte por algo tan burdo como un apodo del que desconoces su razón. Eres de esos sujetos a los que muchos toman como un buen sujeto, como un gran amigo, un gran compañero; muchas veces incontenible pero a final de cuentas siempre presente. Sonríes con facilidad, entre tus labios nunca faltara palabras amables y alentadoras para quien tienes de frente. Porque eres un sujeto de los que ya casi no hay, un hombre que por sobre todas las cosas malas y desagradables de este mundo, tienes la suficiente fortaleza para seguir sonriendo. Bromeando, divirtiéndote como un niño que parece no crecer a pesar de estar en el cuerpo de un adulto, que se suelta a reír con una facilidad que muchos desconocen y envidian. Si, envidian. ¡Mírate! Como si nada pudiera afectarte, como si nada pudiera llegarte realmente; con una fortaleza de la que muchos carecen y, de quienes pueden presumirla, se ve resquebrajada por los golpes.

Y es cuando la curiosidad aborda, cuando el escepticismo en torno a ti llega. Muchos se te acercan, te miran con ojos inquisidores, desconfiados de lo que esa sonrisa pueda esconder. Eres inocente, infantil en muchas ocasiones, que difícilmente se puede esperar de ti un golpe por la espalda. ¿Realmente eres de este lugar? Muchos lo dudan, te lo preguntan tan constantemente que hasta empiezas a dudar. Pero ríes, tranquilamente, sin prestarle tanta atención como muchos quisieran. Y es que no eres tan indiferente como te muestras, ni tan fuerte como pareces mostrarte, no te falta fortaleza, por supuesto; pero caes, puedes caer con un golpe bien atestado en tu orgullo, en tu seguridad, en tu confort. Eres como un niño que no ha recibido golpes en aquel infierno, como si las duras experiencias que a otros derrumban, nunca te hubieran podido llegar. Carismático, eres atractivo no solo por tu físico sino por ti mismo, por tu actuar, por tus movimientos y gestos que, cual satélite, atraes a todos a tu alrededor sin poder controlarlo. Pero vamos, eres un sujeto que hará las cosas bien, que no se va por caminos torcidos, como muchos dicen. No eres mentiroso, no te atreverías a dar falsedad a tus palabras. Para ti la confianza y honestidad son primordiales, puntos, cúspides que no te atreves a derribar; eres un hombre justo y honesto, alguien que no está dispuesto a ser tachado de mentiroso.

Eres una criatura protectora, alguien que saltara cuando una injusticia, lo que consideras injusticia, está ocurriendo frente a tus ojos. No lo dudas, eres impulsivo, actúas por instintos, pocas veces te detienes a pensar en las consecuencias. Como un niño te lanzas a lo que pueda surgir, atacas, te pones a la defensiva ¡Mírate! Casi se puede ver la piel de tu cuerpo erizarse como un felino listo para atacar a su enemigo. Pero no estas preocupado por cómo te vez, demasiado sumergido en tus instintos como para detenerte a pensar en pequeñeces; como todo animal defiendes con uñas y dientes lo que consideras justo o tuyo. Tú no eres la excepción, por muy civilizado y hombre que puedas llegar a ser, los instintos animales están en ti, los vives en carne propia, los tienes en la puerta listos para saltar al ataque. Y mira las coincidencias de la vida, ¿es una?, que has resultado ser un felino. Un tigre. No es para menos. Felino audaz, peligroso, ágil. Habido de mente, nada lento y muy territorial. Esa descripción no te sobra, ¿cierto? Puedes ser bastante posesivo, territorial, entras en defensiva con la misma facilidad con la que pueden tocar un punto débil. Y es cuando reaccionas, cuando te sientes amenazado, cuando una presión equivocada hacer despertar esos instintos que mantienes dormido, y es cuando enseñas los dientes amenazante, cuando los colmillos salen a relucir para alejar la amenaza. ¿Alguna vez te has detenido a pensar en esto? Porque son las horas después que, dándote cuenta de la situación, pareces comprender en lo que te has metido, en los problemas que sueles ocasionar con solo una mala jugada de tu parte. Pero no te preocupas, al menos no lo demuestras. Con un suspiro y la frente en alto enfrentas lo que pueda surgir. Después de todo eres lo suficientemente sensato y responsable como para hacerte cargo de tus actos. Solo de tus actos.

Pero, válgame Satán, eso no es todo lo que hay para hablar de ti. Y hasta horas se podría estar aquí, sentado, relatando las múltiples facetas que tienes para mostrar. Desde esa sonriente mueca entre tus labios que, día tras día, solo termina acentuándose con mayor fuerza. O tal vez esa torpeza que no has logrado solucionar. Y vaya chiste que resultas ser, con ese nerviosismo que te consume cuando has cometido un error; y no hablamos de esos errores que condenan la existencia de los incautos, hablamos de esos pequeños errores, tropiezos que terminan destruyendo las cosas a tu alrededor. Te cuesta medir tu fuerza, tus movimientos. Y muchas veces te has recordado que no es bueno, en tu casa, tener objetos delicados en estantes o mesas ¿Por qué? Por supuesto, terminaran en el suelo hecho añicos, ¿Cómo no? Ni siquiera te das cuenta, tan activo, hiperactivo como eres. Un manotazo, un movimiento brusco de tu parte y todo a tu alrededor termina destrozado en el suelo. Y te disculpas, por supuesto que sí, todos notan que no ha sido tu intención. Tan torpe y despistado como eres, casi no sabes calcular la distancia entre lo que te rodea y tu cuerpo. Por otro lado eres alguien testarudo, por todo lo maldito y sagrado, sí que eres testarudo, no te dejas amedrentar con facilidad. Bastante idiota a opinión de muchos. Una estúpida y suicida valentía que, tarde o temprano, te llevara a tu propia destrucción, ¿cuantas veces te lo han dicho ya? Los escuchas pero te niegas a retroceder. Si tú estas bien, ¿Por qué has de bajar la mirada? ¿Por qué has de retroceder? No está en ti rendirte sin luchar, mucho menos rendirte sin haber dado todo lo que tienes para lograr tu objetivo.

Sin embargo eres un buen sujeto, muchas veces ignorante, eres bastante despistado. ¿No lo notas?  Cuando alguien te insinúa descaradamente algo de aquel placer carnal que tan locos trae a todos. Dices no tener experiencia en ese tema, y seguramente sea verdad. Eres del tipo amoroso, ¿cierto? Bastante cariñoso con aquellos que ganan tu afecto. Siempre con los brazos abiertos para reconfortarlos si es necesario, ni siquiera te preocupas por su pasado o lo que pueden o pudieron haber hecho. Son esas personas que obtuvieron afecto de ti, que despertaron en tu persona aquel deseo de protegerlos, de amarlos, de cuidarlos, de darles todo de ti. Y no se los niegas ni mezquinas, sin esperar nada a cambio, solo lo entregas. Aunque eres débil de corazón y lo sabes; porque solo un golpe puede destruir ese corazón que decidiste entregar. Y lo sabes perfectamente, eres muy consciente de eso. Las pérdidas te destruyen, te corroen por dentro, te consumen para solo dejar de ti un manojo de nervios y llanto. Pero te levantas, nunca estas dispuesto a quedarte abajo. Porque sabes bien, presente lo tienes, que una vez tocado fondo solo debes subir, ascender a aquello de lo que has caído.

Pero dime, White Tiger, ¿cuánto falta para que toques fondo?


Vaya, vaya, Black Tiger, ¿cierto? Eres un sujeto bastante especial, con una forma única de ver el mundo, de comportarte. Con esa sonrisa audaz, depredadora, seductora. Vaya descaro de tu parte, con esa forma de moverte y caminar, eres una tentación en ti mismo, ¿lo sabias? Si, por supuesto que lo sabias. Y no lo niegas, ni lo escondes. Te aprovechas. Eres un sujeto descarado, es fácil de ver, ni siquiera te preocupas por lo que otras puedan pensar de ti, ¿lo haces? No, no lo haces. ¿Qué podría importarte eso a ti? Muchos te pueden considerar una puta y hasta te sentirías halagado. Ni te molestarías en quejarte o reclamarles. Te abrirías de piernas si así lo quisieras, ni siquiera te preocuparías por recordar el rostro del sujeto que te estaría penetrando; mientras te siga penetrando. Eres un desgraciado. Un descarado sinvergüenza que ni se molesta en cuidar su imagen, que no te preocupas por lo que tus acciones puedan ocasionar mientras lo disfrutes, mientras te diviertas, mientras obtengas lo que deseas.

Sin embargo no eres idiota, por supuesto que no. Faltaba más, ¿verte a ti la cara? Mataras antes de que algo así sucediera. Eres bastante cruel cuando te lo propones, directo, no te vas con rodeos. No te vas por las ramas, mucho menos mientes ¿Mentir? ¡Tonterías! ¿Por qué necesitarías tal cosa? No te avergüenzas de lo que haces, no te arrepientes, no sientes culpa. Si lo haces, lo asumes. Es así como vives y como morirás. Alguien que ira de frente sin importar las consecuencias, muchas veces demasiado directo, sin tacto, sin delicadeza. Pero sonríes, muestras esa traviesa sonrisa entre tus labios, esa que dice claramente que te importa un carajo lo que pueda estar pasando. ¡Pero sonríes, joder! La intención es lo que cuenta, ¿no es lo que muchos dicen? Esta tu intención, hasta lo logras, porque tus labios se curvan. Que no sea lo que la gente espera es diferente. Porque eres del tipo de persona que nadie quiere cruzar dos veces, ese tipo de persona que solo quieres conocer de pasada; una mala experiencia de la vida, una noche de sexo salvaje, un desafortunado choque de destinos. Y tú lo prefieres así, por supuesto que sí. Como si merecieran tu compañía.

Porque te consideras una maravilla, ¿no? Halagándote a ti mismo, enalteciéndote con las cualidades que en cada instante muestras con creces. Tienes un ego que te desborda, que crece con cada palabra dulce o halagadora que te pueda ser dirigida. Eres sexy, atractivo, versátil, sonriente, atrevido, desvergonzado, seductor, carismático. Joder, que eres fantástico. Y te enorgulleces, sin penas, de lo que eres. Ni te preocupas de las malas lenguas que puedan hablar a tus espaldas. Desmentirás lo que es falso, y ni te molestaras en confirmar lo que consideras verdad. Porque ante todo eres justo, incluso de una forma retorcida, eres alguien justo con los hechos. Eres bien consciente que eres una de esas personas que pocos tienen el placer de conocer, a menos que estén entre tus piernas o tu entre las suyas, pero ¡hey! Eres un encanto de persona, ¿a qué si? Un encanto bastante egoísta a decir verdad. Porque poco es tu interés en lo que a otros pueda afectarle, bastante desentendido. Por satán, eres un maldito bastardo que no tendrá reparos en ignorar al moribundo a tu lado en pos de confirmar que tu vestimenta este en perfecto estado. Porque, ¿por qué habría de importarte? Eres apático, desinteresado, frívolo muchas veces. Porque por mucha sonrisa que exista entre tus labios ninguna es genuina, ninguna es amable, ninguna es bondadosa. No tienes porque, no te nace, no te surge del centro del pecho. Solo ves trozos de carne, cuerpos que pueden o no servirte, que pueden o no complacerte. Y si no pueden complacerte, ¿por qué deberían importarte?

Eres bastante interesante, con una sola mirada, eres un misterio que muchos desearían desentrañar. Te mueves con soltura, con ese orgullo y seguridad que muchos envidian, que otros desean destruir. Pequeño bastardo, te haces de amigos y enemigos con la misma facilidad con la que abres las piernas. Porque despiertas el deseo de quienes te rodean, los provocas, seductor y coqueto como solo tú puedes ser; pero también te ganas de odio, su desprecio. Porque eres difícil de tratar, porque eres bastante directo, cruel a la hora de hablar. Eres testarudo, bastante terco cuando te lo propones, porque hacerte cambiar de opinión es como esperar que las puertas del paraíso se abran para los demonios. No te importa lo que muchos puedan decir de ti, las ideas que puedan tener o los argumentos que puedan presentarte; si estás seguro de tus palabras, de tus ideas, te quedaras en ellas sin importar las circunstancias. Y es cuando llega problemas, cuando te enfrentas a cualquier que te plante cara, cuando no temes enfrentar lo que pueda llegar a surgir. ¿Cuántos problemas has tenido que afrontar por esa forma tan salvaje de ser? Tan impulsivo, salvaje, rebelde. Pareces un tigre en plena selva, marcando tu territorio, imponiendo tus ideas, tus juicios, tus ideales. Eres caprichoso muchas veces, travieso como un niño, bastante posesivo con lo que te pertenece, no te gusta compartir ¿Por qué deberías? Lo que es tuyo, es tuyo. Y no temes en marcar tu territorio, apoderarte de aquello que consideras tuyo. Eres bastante decidido, no hay nada que pueda intimidarte o hacerte retroceder.

Eres sarcástico, irónico cuando te da la gana, burlón en demasía. No eres alguien bastante respetuoso, no entregas tus respetos a cualquier sujeto que te pase por enfrente. Para ti todos son meros insectos a tus pies que deben estar dispuestos a complacerte, deben ganarse tu respeto. Deben merecer tu respeto. Y tú claramente se las pones difícil, por favor, no se las pondrás tan fácil. Porque cuando respetas a alguien sabes medirte, sabes comportarte como alguien mucho más civilizado, menos irrespetuoso. Pro sigues siendo el mismo sujeto descarado que no teme coquetear con aquello que capta su atención. Si hasta pareces un niño que, fijando sus ojos en su nuevo juguete, no se queda quieto hasta tenerlo entre sus manos. Y jugar, jugar, jugar hasta romperlo. Porque realmente no te importa, no guardas afecto hacia las personas que te rodean, por muy cercanas que puedan llegar a ser. Por favor, ¿es que acaso creen que eso puede generar afecto en ti? Eres capaz de acostarte con un sujeto que has conocido hace apenas unos minutos y eso no te vuelve cercano a él, ¿cierto? Y ni digamos de afecto, que en la mañana ni recordaras su rostro, desapareciendo por la puerta sin mirar atrás. No eres sentimental, sacarte a ti una mueca de dolor o sufrimiento es como esperar una lluvia en el desierto. Difícilmente dejas que alguien se acerque a ti, que se atrevan a conocerte más profundamente de lo que tu alguna vez pudiste hacerlo, vamos, que no quieres ni imaginar lo que puedas guardar en lo recóndito de tu mente. No lo toleras, no soportas que intenten darle razón o motivo a tu forma de actuar ¿darle razón? ¿Comprenderte? Al demonio. Si quieres un psicoanálisis irías a un maldito psiquiatra.

Tu lado amable, ¿tienes uno? Tal vez ni te has molestado en descubrirlo. Realmente eres arriesgado, eres impulsivo pero precavido. Te mueves con soltura, eres elegante en tus movimientos, aunque muchas veces seductor. Eres el cazador vestido de carnada, ¿cierto? Con tus movimientos, tus palabras y sonrisas. Disfrutas de tener a todos a tus pies, pero muchas veces te extralimitas. Eres bastante egocéntrico y orgulloso como para darte cuenta el límite que debes darte. Ni siquiera te preocupas por eso. Presionas tu situación hasta que todo explota. Pero eso te fascina, ¿no es cierto? Maldito masoquista. Porque lo eres, eres un jodido masoquista que disfruta del dolor, que se retuerce del placer ante el escozor de dolor recorriendo tu cuerpo. Porque eres sádico, porque descaradamente te ríes del dolor y la miseria de otros, porque les pasas de largo lanzando solo una burla a su desdichada situación. Porque te riges por la regla del más fuerte, porque tienes la suficiente fortaleza de utilizar los cuerpos agonizantes de tu alrededor para escalar hasta la cima. Pero, así como eres orgulloso, disfrutas que te dominen, que te hagan rogar, que te hagan inclinar la cabeza como un perro, ¿eso eres? No, no te consideras así. Pero así quieres que te traten. Duros, crueles, desalmados, brutos. No te importa. Mientras más crueles, mejor, ¿no?

A final de cuentas, Black Tiger, tú ya no puedes caer más bajo.



Nacimiento

Llegas hasta ese lugar entre cobijas sucias y roídas, dañadas por el pasar del cruel tiempo. Lloras, tan fuerte como tus pequeños y delicados pulmones te lo permiten, gimoteas entre los brazos de una criatura que no se molesta en comprobar el motivo de tu incomodidad. Pareces presentirlo, entre esos brazos que fríamente te sostiene, no puedes aferrarte al ser que dio tu vida origen. Lloras con más fuerza en medio de la noche, ignorando aquel llamado al silencio que tú no supiste comprender. ¿Cómo podrías hacerlo? Apenas unas horas tenías de haber llegado a ese mundo que, con violencia, te daba un duro golpe en lo que sería tu existencia de ahora en más.

Intentas extender tus brazos, sin saberlo, haces un último intento por despertar ese amor que se te es negado. El frio suelo de una entrada es tu respuesta. Las gotas de lluvia caen sobre tu cuerpo, pequeño y frágil cuerpo apenas cubierto por una manta que no hace más que incomodarte, porque ni protegerte puede ya. Intentas gritas, pero un gimoteo sale de tus labios ya azules, removiéndote en ese duro lugar en el que eres abandonado.

Infancia

Poco recuerdas, con exactitud, de tus primeros años. Las risas infantiles, los gritos de diversión en medio de juegos entre todos los niños, recuerdas las sonrisas que durante días y noches eran lo que te mantenía en paz. Recuerdas esas horas de almuerzo donde las voces se alzaban incesantes, intentando ser escuchadas entre la multitud, recuerdas la tranquilidad que ese lugar te daba, la protección que sentías sin darte cuenta. Recuerdas los años transcurrir sin tú tener que preocuparte por algo más que no fuera las risas, la diversión, los juegos, esos pequeños pero muy valorados regalos que en fechas especiales te eran entregados.

También lo recuerdas a él, ese hombre que fue como un padre, lo más cercano a una familia que pudiste obtener, un protector, un guía, un ejemplo a seguir. Un hombre que con sonrisas amables te trataba, a ti, como su hijo, como el niño que, tantas veces dijo, nunca pudo tener. El mismo hombre que en noches de tormenta, como si los recuerdos de un pasado perdido volvieran, él te estrechaba entre sus brazos, te consolaba, limpiaba las lágrimas que por tus ojos caían sin que tu pudieras comprender el motivo. Pero él lo sabía, podías notarlo en esa mirada que te dedicaba, aquella que tanto mostraba y tanto ocultaba; amor, compasión, cariño y pena. Sabia de tu pasado, fue el quien te recogió del frio suelo la noche que fuiste abandonado.

Pero tú no necesitabas saber eso. No mientras te sostuviera entre sus brazos, no mientras te contara una fantasiosa historia sobre princesas, dragones y príncipes. No lo necesitabas mientras te siguieras sosteniendo, mientras no te dejara caer.

Como esa noche cuando llegaste, cuando te levanto del suelo en donde morías lentamente, dándote el calor que se te fue negado.

Tus primeros recuerdos son borrosos, manchas de un ir y venir que pocas veces logras comprender. Llena de gemidos, jadeos, sonido repugnantes, ese lascivo ruido de la piel chocar contra la piel, carne golpeando contra la carne. Recuerdas el dolor, el placer, la sorpresa, el desconcierto. Recuerdas solo una sombra sobre tu cuerpo, recuerdas esa repugnante sensación de asco y temor que recorría tu cuerpo, expresada en las lágrimas que bañaban tus mejillas sin cesar. De tus labios quejidos se iban escapando, ocultos entre los sollozos y los murmullos que ya has olvidado por completo. Recuerdas la sonrisa. Su sonrisa.

Tus primeros años se han pasado entre habitaciones oscuras, noches interminables en donde solo puedes escuchar tus sollozos mezclados con esa voz que se te hacia tan tranquilizadora y repugnante al mismo tiempo. ¿Qué era lo que te susurraba? Palabras para calmarte, murmullos arrulladores para que no gritaras. Pero no querías gritar, querías huir, querías correr. No sabias donde estabas, no sabías quien era aquel que, posicionado entre tus piernas, no te dejaba libre por más que le suplicabas. No sabias lo que sucedería ¿Cómo podrías saberlo? ¿Cómo podrías tener la mentalidad para comprender lo que te sucedía? Eras un niño, uno que poco tenia de conocer el mundo, uno que poco experimento en el exterior.

Pero aun así ahí estabas, comprendiendo a fuerza lo que el deseo carnal puede generar en un cuerpo, lo que las ansias, los instintos pueden hacer en un hombre. Lo que pueden provocar en el objeto de deseo. Porque eso eres ahora, ¿no? Un objeto, un muñeco, la marioneta en la cual se descargan los deseos más mundanos, los más despreciables y asquerosos. Aquellas lujuriosas ambiciones que marcan tu piel sin compasión.

Porque de tus primeros años solo puedes recordar eso.

Aquel cuerpo jadeando sobre el tuyo, empujándose en tu interior una y otra vez.

Adolescencia

Con trece años cumplidos, con una adolescencia en puerta, supiste que aquel orfanato ya no podía ser tu hogar. Debías alejarte, ya tenías la suficiente fuerza, el suficiente razonamiento para valerte por ti mismo. ¿Tenías la fortaleza, la madurez? No era algo en lo que pudieran pensar. No en un lugar al que debían mantener tantos niños. Porque ya no entras, exactamente, en la definición de niño. Eres un adolescente en crecimiento, un muchacho con la capacidad de trabajar para lograr mantenerte a ti mismo. Porque eso te enseñaron, ¿cierto? Que llegado el momento debías valerte por ti mismo.

Y no es algo muy fácil, no fueron tiempos sobre lechos de rosas, no fueron días a los que desearas volver. Pero están ahí, siempre presentes. Porque durante esos años te hiciste de la fuerza, de la madurez y el camino que seguirías y marcaría tu vida. Porque trabajaste duro, te las ingeniaste para no ser devorado por esa cruel sociedad, intentaste mantener alejado de todo aquello que, sabias, tarde o temprano podría terminar contigo en una muerte segura. Eres listo, perspicaz, impulsivo también. No dirás que en problemas no te has metido, si te sobraron las oportunidades. Eras tenaz, no te dejas doblegar por nadie tan fácilmente, mucho menos permites que los abusivos actúen a sus anchas.

Pero has sido un buen muchacho, Tiger, has sido un gran muchacho. Porque querías hacerlo sentir orgulloso, ¿no? A Él. Deseabas que, si se volvían a encontrar, pudiera ver en ti a un hombre bien formado. Era lo que deseabas. Seguía siendo el padre que nunca conociste, la figura protectora, aquel ser en el que te habías refugiado en tu infancia. Y eso nada lo cambiaría, nada podría trasformar esa imagen que tenías de él, nada podría deformarla o borrarla. Siempre estaba presente para ti. Cada vez que tomabas un nuevo trabajo. Repartidor, mesero, dependiente, vendedor. No importaba el trabajo, lo cumplías, lo hacías lo mejor posible. Todos lo reconocían, muy difícilmente podrían decir algo malo de ti.

Tal vez, solo tal vez, lo impulsivo que sueles ser.

Recuerdas estos años de adolescencia con especial diversión, tal vez con una mueca burlesca entre tus labios, con los recuerdos presentes de la libertad, del desenfreno, de aquel descontrol que regía esos años de tu vida. Eran días y noches en donde no importaba el cómo, ni el dónde, solo hacía falta la diversión, el placer, el descontrol, el éxtasis en el que te sumías sin siquiera pensar en las consecuencias. Era una necesidad mucho más grande de la que tú podrías llegar a catalogar, sin control, sin filtros o retenciones. Era esa forma de ser forjada desde tu infancia, era esa necesidad alimentada mucho antes de que pudieras comprenderla. Era el deseo marcando cada uno de tus pasos sin que tú te preocuparas por el destino.

Esos años, los recuerdas bien, ¿cierto? Noches de fiesta, bailes, música, alcohol y drogas a montones. Recuerdas esas compañías nocturnas, aquellas que lograban llamar tu atención, aquellas a las que les abrías las piernas solo para saciar tu propia necesidad, para aplacar el deseo que día a día se hacía más grande, más insaciable, más profundo. ¿Pero porque habrías de preocuparte? Tienes tus formas de llevar las cosas, tienes tus métodos, tus objetivos, tus medios. Pero eras bastante impulsivo, difícilmente pensabas las cosas antes de actuar, ni siquiera te molestabas en confirmar, en asegurarte que el lugar en donde estabas era seguro. ¿Cómo podría importarte mientras el amante de turno seguía embistiendo contra tu cuerpo? Tenías mejores cosas en las que pensar.

Sin embargo, recuerdas bien, que el dinero no crece en los árboles, que las fiestas tiene un costo, por mucha invitación que logras conseguir con una sonrisa bien armada en tu rostro. Los lujos, los tragos, las drogas, las habitaciones de hotel no son gratis, no te las entregan solo por una linda sonrisa. Tenías que conseguir una forma de obtener el dinero que necesitabas, una forma de obtener la comodidad y los lujos que tanto querías. Ni siquiera pensaste con quien te metías cuando te ofrecieron lo que tanto necesitabas y querías.

De todas formas, ¿no te han enseñado eso? Abre las piernas, que lo que deseas te llega solo.

Adultez — Actualidad

Los años no han pasado por nada, te han dado experiencia y sabiduría, una fortaleza que te ha permitido seguir adelante en tu vida, que te ha mantenido, que te ha dado la oportunidad de no preocuparte por el mañana. Siempre fuiste alguien fuerte, alguien terco que no se da por vencido sin importar los tropiezos o golpes que pueda recibir, y eso que has recibido golpes. Te has tropezado mucho estos años, pero te las has arreglado para seguir adelante. Todo sin perderte a ti mismo. Pudiste empezar un negocio que te da de comer y te permite darte unos pequeños gustos en el proceso. Pudiste hacer una vida que muchos se atreven a decir que es de respetar, siempre apegado a las reglas de la sociedad, siempre justo y sensato. Te pueden decir impulsivo, pero nunca podrán decir que tus acciones fueron mal intencionadas.

Incluso conociste a una mujer que le dio a tu vida ese extra que parecía estarle faltando, con una sonrisa amable y expresión encantadora. Era la mujer que se ganaba tu corazón lentamente, a pasos seguros. No eres fácil de enamorar, pero ahí estabas, cayendo ante los encantos de una mujer que solía visitarte diariamente en tu trabajo, que incluso te acompañaba, te ayudaba cuando parecías estar en problemas. Mujer que, te hubiera gustado, no presenciara el peor momento de tu vida.

Había iniciado un día como cualquier otro, en plana tarde, con varios clientes en la pequeña cafetería que habías logrado abrir. Una sonrisa fue lo que compartiste con ella cuando los militantes entraron sin siquiera preocuparse por los daños que pudieran ocasionar. Te golpearon, te arrastraron como si fueras el peor de los criminales, te amenazaron, haciéndote preguntas que no supiste responder. Le repetiste hasta el cansancio ¡eras inocente! Pero ellos parecían tercos y necios en su idea de que tú tienes información valiosa sobre un grupo opositor al gobierno. ¡Pero si tú nunca te atreverías a tal cosa!

Golpes fue lo que te ganaste, un juicio que perdiste y un veredicto final. La información que tenías era demasiado valiosa como para perderla, Varaktum fue el lugar a donde te enviaron con el propósito de presionarte para hacerte hablar. A ti no te cabe duda que ese es tu lugar en esa prisión, un mero juguete que romperían hasta que hablara. ¿Cuándo entenderían que tú no sabías nada? Ni siquiera recordabas tratar con personas peligrosas, pero ahí estaban ellos, mostrando imágenes tuyas en pasos que nunca supiste dar.

Negar no te sirve de nada, intentar apelar a la compasión es algo que no está entre tus opciones. Ahora, Wild Tiger, ¿Cómo afrontas una realidad que nunca pudiste ver?

Te has movido por malos pasos, lo admites. ¿Pero a ti que podría importarte? Esos malos pasos fueron los que te llevaron a tener la vida que deseas. Ninguna vida tranquila puede ser suficiente para ti, no hay una rutina que seguir cuando el descontrol toma parte de tu vida. Has sabido tratar con las personas adecuadas para hacerte de lo que necesitas. Un hombre que te facilita no solo buenas noches de sexo, sino también el dinero que te hace falta para darte la vida de lujos que deseas. La facilidad de la vida se te fue entregada en bandeja de oro y tú no te negaste, ni siquiera te preguntaste las consecuencias de tus actos ¿Qué importa?

Pero admites que, tal vez, debiste tener más cuidado. ¿Quién pudiera habértelo dicho? Te relacionaste con personas contra el gobierno al cual le debes lealtad, te envolvieron en un mundo del que no tenías conocimiento, porque no te interesaba. Mientras los tuvieras entre tus piernas, complaciéndote, ¿Qué te importaba a ti lo que pudieran hacer? Graso error el tuyo al darte cuenta que tu descuido te llevo a su situación actual. Mal interpretaron tu relación, creyéndote parte de ellos, involucrado en aquella idiotez de ir contra el Parlamento. Creyeron que tú eras un criminal, alguien que sabía más de lo que aparentaba. ¡Patrañas! No sabias nada de lo que hubieran planeado, en donde se escondían o lo que pretendieran. Ni sus integrantes, si venimos al caso. Que poco te interesa recordar rostros inútiles.

Ahora debes lidiar con las consecuencias de tu inconciencia, teniendo que soportar un encerramiento hasta que digas palabras que no conoces, hasta soltar información que no sabes. Pero, ¿Por qué ver el lado negativo? Tal vez puedas sacar algo bueno de todo ello, o incluso algo de diversión hasta que se daban cuenta que no sabías nada. O hasta tu muerte, lo que pueda ocurrir primero.


Mimetismo animal. Es la capacidad que posee una raza en específico para asumir la capacidad y la forma de ciertos animales, existen mimetismos animales que adquieren el físico de animales en su forma humana. Es capaz de adoptar la forma de un tigre de gran tamaño, con todas las ventajas que eso representa. Ágil, fuerte, rápido y un cazador por excelencia. Así mismo puede marcar solo algunas extremidades de su cuerpo con la transformación, como lo podría ser las garras, los colmillos, las orejas o incluso la cola. Esto puede aparecer e momentos variados, muchas veces sin proponérselo, tal vez llevado por las sensaciones del momento.
Existe un problema cada vez que decide cambiar de forma; y es que nunca conservara la misma consciencia. Es decir, puede ser una de sus personalidades la que incita la trasmutación de su cuerpo a la de un tigre, pero no hay una seguridad del 100% de que será esa misma personalidad la que permanecerá en ese estado animal. Eso ha llevado a muchos problemas cuando uno u otra de las personalidades está en problemas y cambian en medio de la trasmutación. Sin embargo puede no ser así, es cuestión del azar. Esto solo ocurre cuando es una trasformación de cuerpo completo.


✯ Tiene especial gusto por las cosas dulces, desde pasteles hasta simples caramelos. No falta el momento en que tenga uno de estos. Principalmente los ácidos.
✯ La música de todo tipo, sus gustos van desde las melodías suaves y tranquilas, hasta las más movidas.
✯ Las buenas compañías, personas que disfruten un tiempo de charla y compañerismo.
✯ Como todo felino, disfruta cualquier espacio tranquilo.
✯ Las alturas es algo que disfruta, siempre parece sentir la brisa del viento cuando puede estar en una gran altura. Se siente completamente libre.
✯ Los niños, le encantan y nunca puede evitar jugar con ellos cada vez que puede. Tiene un gran instinto protector con estos.
✯ Dormir, puede pasar mucho tiempo durmiendo. Puede llegar a ser bastante perezoso en días lluviosos.
✯ El ejercicio, algo que suele hacer casi diariamente para mantenerse en forma. Aunque no lo aparente es alguien que cuida su salud física tanto como le sea posible.
✯ Las caricias, los masajes o los mimos de todo tipo. Puede quedar completamente tranquilo y manso a quien sepa tratarlo.
✯ Los peluches, es algo que le gustan y disfruta, por más infantil que pueda sonar.
✯ El arroz frito, algo que sería capaz de comer a diario a pesar de poder cocinar otras cosas.

✯ El sexo duro y fuerte, sin importar el momento o el lugar, se guía únicamente por su necesidad del momento.
✯ El licor, de todo tipo, especialmente el whiskey y la cerveza rubia.
✯ Las fiestas, un poco de buena música y diversión no le hace mal a nadie.
✯ La buena vida, los lujos, las facilitaciones. Le gusta vivir bien y cómodamente.
✯ Las personas que saben lo que quieren, seguras, que no se amedrentan fácilmente. Como bien se dice, que tengan los huevos puestos.
✯ La música de todo tipo, especialmente el rock clásico.
✯ Tiene un especial gusto por los caramelos ácidos o mentolados, puede pasar mucho tiempo comiéndolos.
✯ Las caricias, las atenciones, sentirse el centro de las atenciones y las miradas. Puede ser egocéntrico cuando se lo propone.
✯ Llamar la atención, que le busquen o le deseen. Despertar el deseo en otros es algo que disfruta y le divierte.
✯ ¿Se ha mencionado el sexo? Es algo que busca casi diariamente.
✯ El dolor, le excita sentirlo, que se lo provoquen. Es un masoquista de primera.
✯ Le desagrada cualquier acto de injusticia cometido hacia personas inocentes, no duda en saltar al frente con tal de defenderlos.
✯ Las violencias sin sentido, algo que repudia e intenta evitar tanto como le fuera posible.
✯ Cualquier actitud prepotente o desagradable con el que cualquiera pueda presentarse.
✯ Que intenten controlarlo, es alguien demasiado libre, incontrolable como para sentir que le ponen una correa para obedecer.
✯ La lluvia, como todo gran felino la lluvia es algo que le crispa los nervios. Son días en los que se niega a salir.
✯ Detesta sentirse menospreciado, que subestimen sus capacidades o que le hagan ver menos cuando no lo es. Es especialmente orgulloso en ese aspecto.
✯ Los ruidos estruendosos y fuertes, suelen ponerlo alerta y tenso, nervioso.
✯ No soporta sentirse ignorado, algo que hiere directamente su orgullo.
✯ Sentirse inútil, insuficiente o torpe en algunos casos. Aunque es muy torpe normalmente.

✯ Le desagradan las personas débiles o manejables, aquellas que parecen depender de lo que pasara o lo que dirán.
✯ Sentirse menospreciado, en cualquier aspecto.
✯ Los niños, los considera ruidosos, escandalosos y muy revoltosos. No tiene tanta paciencia para eso.
✯ Los amantes primerizos, los que no pueden complacerle como le gusta y parecen al punto de una crisis existencial. Lo irritan y hacen perder el deseo.
✯ La lluvia. Lo pone nervioso y tenso, no le gusta mojarse de improvisto.
✯ Que se crean su dueño o con la autoridad de ordenarle algo o manejarlo a placer. Puede ser masoquista, puede disfrutar sentirse controlado en el sexo, pero en otros aspectos eso no tiene por qué repetirse si no le interesa la persona.
✯ Que se den atribuciones que no les ha dado. No soporta a las personas que esperan de él lo que no les dará. Pueden decirle puta, pero no por eso se acostara con cualquiera, aun en lo que es puede ser selectivo.
✯ Sentirse ignorado. Tiene un gran orgullo y ego, sentirse ignorado es un golpe directo a este.
✯ Los ruidos fuertes y estruendosos.
Sufre de Trastorno de Identidad Disociativa producto de un abuso en su infancia. No es consciente de tenerlo, por lo que ninguna de sus personalidades parece tener noción la una de la otra. Los lapsos de pérdida de memoria son llenados con los hechos rutinarios que suelen realizar. Es decir, cada vez que cambia de personalidad, esta pensara que está en el mismo instante posterior al que estuvo antes de ser apartada por la otra. Algunas personas han notado variaciones en su comportamiento, sin embargo no le han hecho mención, algunos hasta se han aprovechado. Por lo que no es de extrañar que no pueda identificar el problema en su salud mental.
El cuidador del orfanato en donde estuvo los primeros trece (13) años de su vida lo abuso constantemente, en reiteradas ocasiones, eso fue el impulsor de su TID. Eso ha permitido que una de sus personalidades no tenga noción de aquellos hechos, por el contrario, mantiene esa figura como un gran ancla en su persona, un ejemplo a seguir y el modelo de padre que nunca tuvo. Mientras la otra, habiendo experimentado aquellos sucesos, ha perdido gran respeto hacia su misma persona, incluso buscando repetir la misma situación cada vez que tiene sexo con extraños.
✯ Puede ser especialmente impulsivo, no es extraño que se meta en problemas por meterse en asuntos que no le competen con tal de defender al más débil.
✯ Antes de ser arrestado tenía una pequeña cafetería que había logrado abrir luego de mucho tiempo. En la actualidad la misma está cerrada y toda propiedad que pudo tener confiscada, no sabe nada de su estado actual.
✯ Lamenta no haber podido declararse a la mujer que veía todos los días en la cafetería, lamentando que haya visto el momento en que fue arrestado.
✯ Afirmo y mantiene no tener nada que ver con los cargos que se le acusan. Desconoce totalmente lo que quieren obtener de él, ni siquiera ha visto al hombre con el que lo fotografiaron.
✯ A pesar de su situación, no ha perdido el carácter fuerte y alegre que le caracteriza. Aún tiene la esperanza e idea de que podrá demostrar su inocencia y salir.
✯ Hay veces en que duda de lo que le deparara el día siguiente, pero no evita darse aliento para seguir adelante.
✯ Extraña en demasiado los dulces que ya no puede comer tan seguido como le gusta.
✯ Le gustaba vestir de forma semi formal, siempre cuidando su aspecto. En la actualidad se ve obligado a vestir el uniforme presidiario, aunque no evita darle su toque personal.
✯ Odio sentirse sofocado y encerrado, pero con el tiempo ha llegado a acostumbrarse.
✯ Aún no se acostumbra a que le digan dando órdenes o monitoreen cualquiera de sus movimientos.
✯ Sigue ejercitándose cada vez que puede, o cuando esta aburrido, que resulta casi todo el tiempo.
✯ Debe tratar siempre con algún guardia que decide que es un buen momento para intentar hacerlo hablar, ya sea a base de fuerza bruta o abuso de autoridad.
✯ Ha tenido ya varias peleas dentro de la prisión, ya sea con algún otro pres o con los guardias, lo que solo ha ocasionado más castigos para su persona.
✯ A pesar de todo sigue siendo inocente de lo que se le acusan, pero no puede demostrarlo al ser reconocido en las fotografías en las que, claramente, es él. ¡Pero no lo recuerda!
✯ Suele ponerle apodos a todo aquel que se le presente, tal vez tomando demasiadas confianzas que no le correspondes, aunque no puede evitarlo. Le gusta bromear y crear un ambiente libre de tensiones. Aunque no siempre funciona.
✯ Actualmente debe lidiar con un guardia que le parece el peor de todos.

✯ No se mide al momento de tratar a las personas, realmente su actitud burlona y prepotente le ha ganado varios problemas.
✯ No ha parado de maldecir al sujeto que le metió en todo ese problema. Aunque también tiene cierta culpa por no haber tenido cuidado con quien se acostaba, ¿pero que iba a saber él? El sujeto le daba buen sexo y los lujos que quería.
✯ Ha probado diferentes tipos de drogas, pero no es algo a lo que le ha agarrado interés. Las sensaciones son impresionantes, pero sigue prefiriendo un buen trago y sexo duro con el buen amante de turno.
✯ Disfruta del sexo duro, salvaje y sin delicadezas. Es masoquista en ese aspecto, por lo cual busca personas que puedan complacerlo en lo que necesita.
✯ Le divierte provocar a las personas para llevarlos a su límite, ya sea en el ámbito sexual o simplemente tentando su paciencia. Eso incluye ponerle motes ridículos.
✯ Antes de todo eso tenía una vida llena de lo que deseaba, siempre con alguien dispuesto a complacer sus exigencias. No se corta al decir que sus amantes estaban dispuestos a poner todo a sus pies si les facilitaba una buena noche.
✯ No le interesa tener una relación seria, no es algo que vaya con él. No se ve atado a una sola persona por el resto de su vida. Aunque se lo pensaría si tuviera todo lo que le gusta y más.
✯ Suele desobedecer a los guardias, pasando de largo sus indicaciones a pesar de los castigos que pueda ganarse.
✯ Varias palizas se ha ganado por su actitud irreverente, pero en lo personal eso solo incentiva su comportamiento rebelde.
✯ Se ha acostado con varios de los otros presos en los tiempos de ejercicio comunitario o los tiempos libres en los patios. No le importa quien pueda verlo o quien no, tiene sus necesidades.
✯ Ha estado con algunos guardias también, algunas de esas palizas no quedan solo en eso.
✯ Sigue repitiendo que es inocente, aunque las personas parecen idiotas que no entienden sus palabras. ¿Cuántas veces tiene que repetir que en el sexo no se habla, se gime? ¡No le dijeron nada!
✯ Realmente no se preocupa el tiempo que pueda tener que estar en ese lugar, no es que tenga alguien esperándole fuera, ni mucho menos alguien que le interese. Lo que si lamenta es ya no tener los lujos a los que se acostumbró.
✯ Tiene cierto interés en uno de los guardias de esa prisión, por el momento ha resultado ser alguien interesante. Aún espera saber hacia dónde terminara todo eso.


Kotetsu T. Kaburagi
TIGER & BUNNY
Ninguno