Dylan Kavanagh | ID

Dylan Kavanagh
23 años
Masculino
Bisexual
Elemental
Élite
Ingles
Euphium


Dylan es un príncipe, o al menos fui criado y educado como tal, fue tratado y agasajado como uno. Y su comportamiento no dista mucho de este. Es elegante, con movimientos fluidos, con gestos propios de un ser criado para la grandeza. No hay gesto inadecuado en sus facciones, no hay actitudes vulgares que puedan serle atribuidas. Es alguien que en su hablar se muestra la educación y la estirpe de la que tanto se enorgulleció en su momento. Y sus gestos no van solos en su forma de actuar, su actitud es muchas veces las consecuencias en la falta de límites o restricciones que se le han dado en su vida. Nunca acepta un no cual respuesta; nunca toma en cuenta los límites puestos para, según sus ojos, plebeyos; mucho menos se preocupa por las consecuencias que nunca ha considerado puedan caerle encima. Es alguien egocéntrico, narcisista y engreído en varios aspectos; considera pocos los privilegiados de poder permanecer en su presencia, nulos aquellos que tiene el placer de tocarle. El orgullo es su principal marca en su actuar, en la toma de decisiones y la elección de caminos.

No acepta órdenes de nadie, por el contrario, no seguirá la más mínima indicación. Considera que la uncía persona que puede ordenarle algo es él mismo, incluso tal vez ni eso pero ¿Quién puede tener el derecho de darle órdenes a un príncipe? Nadie puede estar por sobre él, no hay ser que pueda pisar el mismo suelo por el que camina, si no es de rodillas y alabándole cada movimiento. Son pocas las amistades que tiene, no solo por su actitud, sino simplemente porque no tiene interés en desarrollar relaciones más allá de las necesarias. Es frio, alguien que no muestra remordimientos misericordia para quienes pueda considerar por debajo de él, por el contrario, no mostrara culpa en dar la espalda a un desvalido. Porque nunca le tuvieron piedad a él cuando llego hasta el fondo del abismo; no es alguien a quien puedan considerar amable, misericordiosos o benevolente. No es caritativo, no es amable. No tiene reparos en hacer la vista gorda ante una injusticia ¿Por qué debería? ¿Por qué tomar la actitud que nadie tuvo con él cuando le vieron en el fondo del abismo? Es alguien que ha aprendido por las malas que en el infierno solo se sobrevive pisando las cabezas de los más débiles. Y es una actitud que no ha abandonado a lo largo del tiempo.

Por otro lado es caprichoso, mimado y consentido en demasía. Su vida se ha visto rodeada de lujos y privilegios, bien sabiendo que era una situación que los seres gobernantes de aquel mundo le han otorgado. Porque no es tan idiota como para creer que todo aquello le ha llegado de gratis, simplemente por ser fuerte o por sonreír cordialmente. Sabe bajar la mirada ante los seres que le permiten seguir avanzando por el camino que él mismo se ha trazado, y les debe su lealtad; siempre que sus riquezas no se pierdan en el aire. Es astuto, calculador, inteligente para saber moverse en el submundo sin caer en la miseria. Comprende los posibles errores que puede cometer y pueden darle fin a su existencia, es lo suficientemente inteligente como para no caer una vez más en el abismo. Dylan es, precisamente, el príncipe que se mueve entre la inmundicia para conservar el lugar en donde ha nacido; aquel que por derecho le pertenece.


Naces con todo privilegio en este mundo, con toda comodidad y privilegio que la riqueza y el poder pueda entregarte. Naces en cuna de oro, como muchos dirían. No hay un no en tu vida, no hay limitaciones, no hay restricciones, no hay necesidades. Tus palabras son ordenes que los seres a tu alrededor están dispuestos a cumplir, tus lagrimas son cristales que no se han de derramar y tu sonrisa es el sol que los impulsa a seguir. Eres su príncipe, su joya. Una sensación magnifica ¿cierto? sientes tener el mundo en tus manos; tus pequeñas e infantiles manos. Y no comprendes la magnitud de esa situación, no comprendes el poder que entre tus dedos recae cual juguete infantil, no comprendes que una familia deposita en ti los sueños de generaciones. Dylan, eres su príncipe, el que nació para seguir el legado de una familia que, generación tras generación, se ha mantenido en la cúspide. Y los disfrutas ¡por supuesto que los disfrutas! No puedes imaginar tu vida en otra situación, no imaginas haber nacido en otra familia, en otra condición. Porque ese es tu destino, ese lugar te pertenece por derecho y no hay forma que pueda quitártelo.

O al menos esos es lo que te repetías, de lo que intentabas convencerte cuando tu mundo se derrumbaba frente a tus ojos. Aquel que fue tu padre no era más que una vil serpiente rastrera que no tuvo reparos en traicionar su sangre, su linaje, su lealtad ¡un traidor! ¡Un condenado traidor! Tienes la sangre de un traidor, por tus venas corre su pecado y te quema, te sofoca, te asfixia. Sientes tu cuerpo resentir aquella pútrida idea de perder todo; porque lo estás perdiendo todo. Tu posición, tu lugar, tu riqueza, tu poder ¡todo! No tienes nada, ya no eres nadie. Eres nada en medio de una sociedad que no tiene reparos en consumir a los más débiles, a los incautos que no tiene la suficiente voluntad para seguir adelante. Pero tú no eres débil, ¿verdad Dylan? No pueden sacarte aquello que te pertenece, no has nacido para arrastrarte entre la miseria ¡eres un príncipe! Siempre lo has sido, no puedes dejar de serlo. No, no hay obstáculos ¿recuerdas? No hay límites para ti, no hay restricciones; tu estas por sobre todos. Entonces hazlo valer, que aquella fina franja entre lo legal e ilegal no sea el impedimento que te prohíba recuperar lo que te pertenece; tranquilo, príncipe, que solo escala los escalones que nunca debió bajar.

Pero mírate una vez más, en el lugar que nunca debiste abandonar, en el lugar que te corresponde; aquel que tu sangre aclama. Eres de los privilegiados, aquellos por sobre la burda sociedad, aquel que levanta en orgullo su mentón para hacerse ver como lo que es; un príncipe. Pero recuerda callar, tu pasado no es más que los murmullos de los chismosos, son los lamentos de los desaparecidos. No hay motivo para escarbar en lo que ya paso, aquella traición hacia los lideres no es más que un error del hombre que ya no es, ese que una vez llamaste padre y ahora no son más que huesos putrefactos en la tierra. No hay motivo para volver atrás, mira hacia adelante, hacia el camino que llevas trazando en el instante que decidiste que, sin importa que, ocuparías el lugar que te pertenecía. La mafia, el submundo al que debiste recurrir para recuperar lo que eras no fueron más que necesidades, una decisión que bien tomada te impulso una vez más por la escalera del poder. Haz enlazado tus mundos, por supuesto, no puedes abandonar aquella oscuridad a la que te obligaste a recorrer; pero sabes diferenciar, sabes mantenerlo en mundos paralelos, dos lados de una misma moneda ¿cierto?

Porque, príncipe, usted ha recuperado su lugar en la Elite.


Cryokinesis. Es la capacidad psicokinética que permite manipular el hielo, a diferencia del agua, es capaz de desacelerar la fricción de las partículas del aire y, lograr así que se enfríen hasta generar el hielo.
Es capaz de manipular el hielo, incluso creándolo y forjando objetos con este, según su conveniencia y necesidad. Desde simples objetos, representaciones o incluso una proteccion a su alrededor.
Aunque pocos puedan creerlo, siente el frio, por lo que muchas de sus creaciones pueden afectarle. De no tener el debido cuidado, puede congelarse a si mismo con un uso excesivo.


—Equitación, esgrima e idiomas son solo algunas cosas que durante años ha ido aprendiendo para su preparación en la sociedad.
—En sus gestos es fácilmente notar la preparación que ha tomado para su posición actual. Sabe comportarse en la sociedad, moverse con una cordial sonrisa que le abre las puertas a donde desee.
—Cuando la oportunidad se le ha presentado, ordeno erradicar a su padre. Un paso adelante para intentar limpiar el manchado apellido de su familia. Sin embargo el recuerdo de la traición es únicamente un recuerdo que él no ha dejado pasar; porque no perdona tamaña falta de su progenitor.
—Su madre, único familiar con el que aún tiene contacto, es una ingeniera reconocida. Aunque, posteriormente de la falta de su esposo, esta ha dejado de ser mencionada y ha conservado un bajo perfil. Muchos han llegado a considerarla muerte.
—Dylan sabe moverse entre la mafia. Desde información, tráfico de armas y mercancía –dígase esclavos– que han sabido beneficiar al gobierno. Porque ante todo, su posición es algo que no está dispuesto a poner en peligro.
—A sus 18 años se hizo cargo completo de su familia, tomando la labor de alzar una vez más el apellido Kavanagh desde la oscuridad.
—No soporta o perdona traición alguna.
—Es bastante deportista, suele hacer algún deporte tanto como tenga la oportunidad.
—Trabaja también como informante para el Parlamento, indirectamente, entregando la información a los militares.
—Nunca olvida el abismo en donde se vio sumido cuando su familia cayó. Recuerda la indiferencia y crueldad de los seres a su alrededor, algo que ha marcado su forma de ser en más de un aspecto.
—Es un gran bailarín.
—Suele moverse entre las fiestas de alta sociedad, con el único objetivo de ampliar su gama de contactos para futuros negocios.
—Habla a la perfección el inglés, español, alemán, ruso, italiano y francés.
—Le gusta practicar tenis. Su deporte favorito.


Atobe Keigo
Prince Of Tennis
Nada